Cartas al director

Estrategias

Aunque el pacto no escrito de la llamada transición política ha llevado a muchos ciudadanos a no considerar de buen gusto recordar la historia reciente de nuestro país, creo que en esta ocasión puede ser ilustrativo referirse a ella.Con motivo de la proclamación de la II República española (democrática-burguesa-progresista), el PCE de entonces saludó el acontecimiento con un "¡Abajo la República!". Las tajantes consignas que en este sentido recibían desde Moscú, en aras de la implantación en España de una república de sóviets, les ocultaba la realidad social de este país. Querían ser -y lo apa...

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Aunque el pacto no escrito de la llamada transición política ha llevado a muchos ciudadanos a no considerar de buen gusto recordar la historia reciente de nuestro país, creo que en esta ocasión puede ser ilustrativo referirse a ella.Con motivo de la proclamación de la II República española (democrática-burguesa-progresista), el PCE de entonces saludó el acontecimiento con un "¡Abajo la República!". Las tajantes consignas que en este sentido recibían desde Moscú, en aras de la implantación en España de una república de sóviets, les ocultaba la realidad social de este país. Querían ser -y lo aparentaban- más revolucionarios que nadie.

Poco tiempo después, desgastada ya la República por la oposición radical de la derecha (que se inicia desde antes de su proclamación) y por la, acción erosionante de los grupos y organizaciones de izquierda más radicales, el peligro fascista se hizo -¡y de qué manera!- patente.

Para entonces, el PCE cambió de táctica. De la noche a la mañana se convirtió al republicanismo a ultranza -cuando ya la República estaba herida de muerte-, cambió su inicial consigna de oposición por un "¡Viva la República"', y se puso de manera oportunista a la cabeza de la lucha Contra el fascismo (no de la lucha contra el capitalismo).

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Hoy, IU (PCE), en acción concertada con la derecha tradicional de este país, está volcada en similares estrategias. Su misión como partido revolucionario se centra en acorralar al PSOE a costa de lo que sea. Una vez que dicha acción -unida a los propios errores del PSOE- de sus frutos, eliminando del mapa político el progresismo burgués que representa la socialdemocracia y abriendo las puertas de par en par a la derecha más reaccionaria, IU (PCE) se reconvertirá al progresismo y se autoproclamará el abanderado de la lucha contra esa derecha con la que, hoy por hoy, se considera en libertad 'de pactar "tantas veces cuantas sean necesarias".

A buen entendedor...-

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