Entrevista:

"Confundo la música electrónica con el timbre del teléfono"

Desde la ciudad de Nueva York, Graciela atiende al teléfono en su español peculiar, "momentito,¡tú sabes!", maldiciendo el calor húmedo de la isla de Manhattan. Nació en La Habana, Cuba, hace 78 años. Hermana de Machito, cuñada de Mario Bauzá, musa de Dizzy GiIlespie, despierta y descarada, Graciela y sus achaques siguen en activo, sin otro secreto a voces que cuidarse mutuamente. Con paso afrocubano y firme, ha pisado el mundo entero, pero jamás vino a Madrid, donde esta noche sonará con insistencia su versión de Moliendo café. Ella y otra docena de tórridas mujeronas han sido rec...

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Desde la ciudad de Nueva York, Graciela atiende al teléfono en su español peculiar, "momentito,¡tú sabes!", maldiciendo el calor húmedo de la isla de Manhattan. Nació en La Habana, Cuba, hace 78 años. Hermana de Machito, cuñada de Mario Bauzá, musa de Dizzy GiIlespie, despierta y descarada, Graciela y sus achaques siguen en activo, sin otro secreto a voces que cuidarse mutuamente. Con paso afrocubano y firme, ha pisado el mundo entero, pero jamás vino a Madrid, donde esta noche sonará con insistencia su versión de Moliendo café. Ella y otra docena de tórridas mujeronas han sido recopiladas en el disco Las diosas del ritmo, cuyo homenaje comenzara cuando la noche languidezca y renazcan las sombras.Pregunta. Con semejante gineceo musical, van a saltar chispas.

Respuesta. Nosotras siempre nos llevamos bien. Algunas, como Olga Guillot o Celia Cruz, son grandes amigas; otras, simples conocidas, pero sin problemas.

P. ¿Y la Lupe?

R. Ah, ella siempre fue rarita, malagradecida y hasta un poco desquiciada, la pobre. Tuvo su buen momento junto a Tito Puente, pero se peleaba con todo el mundo.

P. Hace 43 años, cuando salió de Cuba, ¿qué dejó?

R. Todo. Familia, amigos, cariño. Yo viajaba con la orquesta Anacaona, pero volvía siempre a La Habana, hasta que llegó él, ese demonio (cita sin nombrar a Fidel Castro). Saqué a los míos y no volví más.

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P. ¿No preferiría vivir en Miarni?

R. No, allá todo queda demasiado lejos. Nueva York es la ciudad ciudad, aunque anda un poco desvergonzada. Todos los malos acaban aquí. El otro día hubo una parada (manifestación) enorme de mariquitas y lesbianas...

P. ¿Son malos los homosexuales?

R. Bueno, no, yo tengo muchos amigos. Tú sabes, los artistas debemos llevarnos bien con todo el mundo, pero ellos se besaban y se desnudaban delante de muchos niños. Si pueden hasta casarse, ¿qué más quieren?

P. Usted habla, vive y piensa en español.

R. Sí. Cuando llegué a Nueva York machacaba más el inglés, pero hasta los judíos aprendieron castellano para vender más. El español es el idioma de la música latina, aunque ya no se cuidan las letras, ¡con tanto invento!

P.¿Qué invento?

R. El merengue siempre fue merengue, ¿qué andan ahora los dominicanos hablando de bachata? Eso no es música, es una palabra española que significa fiesta, vacilón.

P. ¿Y nunca escucha música en inglés?

R. Claro que sí, oigo una estación de radio donde suenan canciones blancas y negras de los años cuarenta y cincuenta. Me duermo cada noche con la voz de Sinatra, el número uno. No me gusta el rock and roll, y confundo la música electrónica con el timbre del teléfono. Pero la juventud manda, ellos son quienes compran los récords (grabaciones).

P. Ustedes son las diosas del ritmo, ¿y los reyes del mambo?

R. Ni reina, ni emperatriz, ni nada. Yo sólo quiero ser Graciela. Y en cuanto a ellos, el mambo y Pérez Prado son lo mismo.

Las diosas del ritmo. Esta noche, a las 23.00, en la terraza Atenas, calle de Segovia, esquina a la cuesta de la Vega.

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