La izquierda polaca bloquea el concordato con la Santa Sede

El concordato entre Polonia y la Santa Sede no podrá ratificarse antes de la aprobación de la nueva Constitución, lo cual no se producirá antes de un año. Esta decisión, apoyada en el Parlamento por la izquierda poscomunista y los socialistas, provocó la furia del presidente Lech Walesa, y abrirá una nueva guerra entre la Iglesia y el Gobierno.La votación, él pasado viernes por la noche, dividió a la coalición gubernamental: la inmensa mayoría de los ex comunistas votó contra el concordato, mientras que casi todos los diputados del Partido Agrario votaron a su favor junto con la oposición.
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El concordato entre Polonia y la Santa Sede no podrá ratificarse antes de la aprobación de la nueva Constitución, lo cual no se producirá antes de un año. Esta decisión, apoyada en el Parlamento por la izquierda poscomunista y los socialistas, provocó la furia del presidente Lech Walesa, y abrirá una nueva guerra entre la Iglesia y el Gobierno.La votación, él pasado viernes por la noche, dividió a la coalición gubernamental: la inmensa mayoría de los ex comunistas votó contra el concordato, mientras que casi todos los diputados del Partido Agrario votaron a su favor junto con la oposición.

La postura de los ex comunistas provocó fuertes críticas no sólo del presidente polaco, conocido por su religiosidad, sino también de círculos laicos moderados. Así, el director del diario Gazeta Wyborcza, Adam Michnik, afirmó que el deseo de los ex comunistas de humillar a la Iglesia es "asombroso".

El texto del concordato fue aprobado hace un año por el anterior Gobierno de centroderecha. Según los críticos, el concordato otorga una posición privilegiada a la Iglesia católica, religión del 95% de los polacos. Los detractores del acuerdo le achacan incompatibilidad con artículos del Código Civil, del Código Familiar, de la Ley de Libertad de Conciencia y de la Ley sobre las Relaciones Iglesia-Estado.