Las terrazas de la Castellana incumplen las normas

La Policía Municipal ha emprendido una particular cruzada contra las terrazas del paseo de la Castellana. En el empeño, el miércoles por la noche se impusieron ocho denuncias por poner música a horas prohibidas, y siete por incumplir el horario de cierre.La ordenanza Reguladora de Quioscos y Terrazas de Veladores, aprobada en 1988, especifica que "se podrán utilizar aparatos de reproducción de sonido sólo entre las 20.00 y las 24.00 horas". La normativa recoge también que este tipo de establecimientos debe cerrar a la 1.00 de la madrugada aunque, como excepción, se: admite que "los viernes, sá...

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La Policía Municipal ha emprendido una particular cruzada contra las terrazas del paseo de la Castellana. En el empeño, el miércoles por la noche se impusieron ocho denuncias por poner música a horas prohibidas, y siete por incumplir el horario de cierre.La ordenanza Reguladora de Quioscos y Terrazas de Veladores, aprobada en 1988, especifica que "se podrán utilizar aparatos de reproducción de sonido sólo entre las 20.00 y las 24.00 horas". La normativa recoge también que este tipo de establecimientos debe cerrar a la 1.00 de la madrugada aunque, como excepción, se: admite que "los viernes, sábados y vísperas de festivos el horario de cierre se prolongue hasta las tres de la madrugada".

Los vehículos aparcados de forma irregular en la zona colindante tampoco se libraron del celo policial. Al regresar a sus coches, 69 conductores encontraron en el parabrisas el correspondiente resguardo de denuncia por estacionamiento en doble fila. Las inspecciones se repetirán a lo largo del verano

80 decibelios

Por otra parte, la discoteca del complejo de ocio Kilómetro 12, formado por varios restaurantes, terrazas de copas al aire libre y un escenario para actuaciones en directo, inaugurado el pasado viernes 17 en Alcobendas (85.000 habitantes) ha cerrado por un decreto del alcalde que exigía la adopción de medidas correctoras por el exceso de ruido.Los vecinos de la zona expresaron sus quejas desde la apertura del complejo, situado en un parque público cercano a sus viviendas. En una inspección efectuada este fin de semana se comprobó que la música que salía de la carpa sobrepasaba los 80 decibelios, aunque el nivel de ruido que llegaba hasta las viviendas colindantes no superaba los 30 decibelios, límite establecido en la normativa municipal. Luis Tiñana, responsable del complejo, asegura que está intentando solventar el problema.

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