Los 'ruidómetros' se disparan

Los ciclomotores y las bocinas sacan de quicio a los termómetros acústicos

Las diez orejas que auscultan Madrid desde el pasado jueves, día 23, están siendo maltratadas por el estruendo del tráfico. Ayer, una moto que pasaba lejana fue capaz de poner en 84 decibelios el marcador digital del ruidómetro de Manuel Becerra a las dos de la tarde. En general, las motocicletas de pequeña cilindrada sobresaltan los medidores hasta límites. inhumanos: el nivel tolerable de ruido para el hombre, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son 65 decibelios, y el umbral del dolor está fijado en 130 decibelios.El ruidómetro de Retiro registraba como mín...

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Las diez orejas que auscultan Madrid desde el pasado jueves, día 23, están siendo maltratadas por el estruendo del tráfico. Ayer, una moto que pasaba lejana fue capaz de poner en 84 decibelios el marcador digital del ruidómetro de Manuel Becerra a las dos de la tarde. En general, las motocicletas de pequeña cilindrada sobresaltan los medidores hasta límites. inhumanos: el nivel tolerable de ruido para el hombre, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son 65 decibelios, y el umbral del dolor está fijado en 130 decibelios.El ruidómetro de Retiro registraba como mínimo 65 decibelios sin apenas tráfico (13.30 de ayer). En la plaza de Castilla (seis de la tarde), la media era entre 69 y 71 decibelios, aunque un bocinazo lejano lo subió hasta 80. En Manuel Becerra, un autobús parado marcó 81 decibelios. Sin embargo, los responsables municipales no dan valor aún a estos datos. Los ruidómetros tienen el oído fino, pero no entienden lo que oyen. Su información debe ser procesada.

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