El nuevo Parlamento de Estrasburgo será menos sumiso y más conservador

El nuevo Parlamento Europeo (PE), que se constituirá en Estrasburgo en julio, estará más decantado a la derecha y contará con un polo de diputados anti-Maastricht y anti-sistema quedarán un caracter más insumiso a la institución. En el mismo momento en que la eurocámara adquiere nuevos y más amplios poderes, sus votaciones serán más imprevisibles, según indican varios diputados salientes.

El mapa parlamentario comportará unas difíciles negociaciones para la formación de los grupos parlamentarios, en la que los grandes partidos tradicionales (socialistas, populares y liberales) intentará...

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El nuevo Parlamento Europeo (PE), que se constituirá en Estrasburgo en julio, estará más decantado a la derecha y contará con un polo de diputados anti-Maastricht y anti-sistema quedarán un caracter más insumiso a la institución. En el mismo momento en que la eurocámara adquiere nuevos y más amplios poderes, sus votaciones serán más imprevisibles, según indican varios diputados salientes.

El mapa parlamentario comportará unas difíciles negociaciones para la formación de los grupos parlamentarios, en la que los grandes partidos tradicionales (socialistas, populares y liberales) intentarán absorber algunos de los recién llegados informales, principalmente italianos y franceses.El nuevo Parlamento, surgido de unas elecciones de fuerte componente nacional y escasa visión europeísta, refleja mejor que el anterior la variedad de situaciones políticas de cada uno de los Doce y recoge con rotundidad los frutos del torturado proceso de ratificación del Tratado de Maastricht.

Al esperado voto de castigo a los Gobiernos, en realidad muy acotado a dos países (España y Reino Unido), se suma un voto de castigo al entero sistema político en Italia y Francia.

La abstención ha sido menor de la prevista, aunque sigue una curva decreciente y altamente preocupante desde la primera elección en 1989. Esta aumenta en dos puntos respecto a 1989, pero se sitúa ampliamente por encima de la barrera del 50%.La adición de los doce procesos políticos nacionales produce una cámara en la que disminuye la fuerza relativa de las tres fuerzas clásicas: socialistas, populares y liberales. Estos tres grupos componen un bloque federalista, que en las anteriores legislaturas ha ejercido una fuerte presión en favor de acelerar la unión política y comunitarizar la construcción europea, es decir, situarla bajo la jurisdicción de las tres instituciones comunitarias que son la Comisión, el Tribunal y el propio Parlamento y sustraerla a las decisiones intergubernamentales tomadas por unanimidad entre los Doce.

Las tres fuerzas ortodoxas han retrocedido en términos porcentuales. Hasta mayo de 1994 significaban el 78% de la cámara (405 escaños sobre 517) y ahora pasan al 69% (392 sobre 567). El Partido Socialista Europeo sigue siendo el primero de la cámara, con 200 diputados, pero retrocede en porcentaje de escaños. Casi una tercera parte del grupo socialista lo aportan los laboristas británicos. La erosión socialista es sustancial en Italia, Francia y España, mientras que el incremento en Alemania no responde a las expectativas suscitadas ni aprovecha el aumento de 18 escaños ocasionado por la unificación.

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