Antena 3 TV tuvo beneficios de 1.655 millones tras anotar 9.362 de atípicos

Antena 3 Televisión declaró en 1993 un beneficio de 1.654,6 millones de pesetas, después de anotar operaciones atípicas por valor de 9.362 millones y de haber reducido la contabilización de algunos gastos gracias a un cambio de criterio que ha llamado la atención del auditor. Estos datos figuran en las cuentas aprobadas por la junta general de accionistas celebrada -a puerta cerrada- el lunes pasado.

Las operaciones de 1993 sobre las que llama la atención el informe de auditoría de Price Waterhouse son las siguientes:1. Abonar directamente a resultados la plusvalía que la caden...

Antena 3 Televisión declaró en 1993 un beneficio de 1.654,6 millones de pesetas, después de anotar operaciones atípicas por valor de 9.362 millones y de haber reducido la contabilización de algunos gastos gracias a un cambio de criterio que ha llamado la atención del auditor. Estos datos figuran en las cuentas aprobadas por la junta general de accionistas celebrada -a puerta cerrada- el lunes pasado.

Las operaciones de 1993 sobre las que llama la atención el informe de auditoría de Price Waterhouse son las siguientes:1. Abonar directamente a resultados la plusvalía que la cadena se atribuye por absorber a una empresa filial, que poseía el edificio de su sede principal, en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes. Antena 3 Televisión se ha autoconcedido una plusvalía de 3.046 millones por el hecho de incluir ese edificio entre sus propiedades, tras absorber a su filial diecisiete días antes del cierre del ejercicio. El auditor menciona que tal anotación corresponde al valor actual del edificio, "determinado por un estudio de expertos independientes". Pero agrega de inmediato que lo procedente habría sido anotar en las cuentas "el valor de coste".

2. Incluir un crédito fiscal de 6.317 millones, que la cadena prevé cancelar con Hacienda en los próximos ejercicios. Más de la mitad de ese crédito fiscal corresponde a bases imponibles negativas de ejercicios anteriores, que la cadena supone va a ser posible compensar con los beneficios de ejercicios futuros, sin satisfacer los impuestos correspondientes.

El auditor llama la atención sobre la anotación de esos hipotéticos beneficios, que siempre dependerían de la obtención de suficientes resultados positivos y de "la comprobación de esas bases por los organismos fiscales", advierte textualmente.

3. La cadena cambió en 1993 sus criterios sobre contabilización de gastos, en lo referido a programas de producción propia. "El consecuente efecto", dice el auditor, "ha sido de disminuir el coste de consumos del ejercicio 1993 en pesetas 1.100 millones, en relación al que hubiese resultado de haber continuado con los criterios [de valoración] del año anterior".

Banesto y BCH

Además de las tres operaciones descritas, el auditor advierte que no ha podido verificar -por no estar terminado- el análisis de la cadena sobre derechos de emisión que vencieron antes de emitirse, y de aquellos que, como consecuencia de los cambios de programación realizados, es posible que no se emitan.

Frente a estos datos, las cuentas del canal privado reflejan un hecho claramente positivo: el incremento de ingresos por publicidad, que pasaron de 28.378 millones en 1992, a 47.007 millones en el año 93.

A su vez, el balance recoge el elevado endeudamiento del canal. A finales de año, el riesgo afectaba principalmente a Banesto y Banco Central Hispano: casi la mitad de los pasivos con entidades de crédito, reflejados en el balance de la cadena, correspondían a los dos bancos mencionados.

En detalle, las cuentas de la cadena recogen 5.166 millones en deudas pendientes con Banesto -algo más de la mitad concertados a menos de un año- y 7.356 millones con el Banco Central Hispano, de ellos bastante más de la mitad a menos de un año.

Toda esta situación, que en definitiva refleja un incremento considerable de los ingresos, pero también un elevado nivel de endeudamiento, se acompaña con un informe de gestión. La dirección de la cadena destaca el considerable incremento de sus índices de audiencia gracias a los cambios de programación.

También denuncia, una vez más, la doble financiación de las televisiones públicas y el hecho de que el endeudamiento y las pérdidas de éstas "se acumulan con cifras de nueve ceros y no sucede nada".