Yanko reinicia su producción por orden de la Dirección Provincial de Trabajo

La empresa Yanko deberá abrir las puertas de su factoría en Inca (Mallorca) y reiniciar su producción de calzado hoy lunes, por orden de la Dirección Provincial de Trabajo, que el pasado jueves desautorizó el cierre empresarial ejecutado por la empresa ese mismo día.Los directivos de Yanko, grupo de empresas que se encuentra en suspensión de pagos desde el mes de junio de 1993, presentaron el lunes de la semana pasada un expediente de regulación de empleo que afectaría a 90 de los 214 trabajadores con los que cuenta la plantilla en la actualidad.

La Dirección Provincial de Trabajo, de l...

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La empresa Yanko deberá abrir las puertas de su factoría en Inca (Mallorca) y reiniciar su producción de calzado hoy lunes, por orden de la Dirección Provincial de Trabajo, que el pasado jueves desautorizó el cierre empresarial ejecutado por la empresa ese mismo día.Los directivos de Yanko, grupo de empresas que se encuentra en suspensión de pagos desde el mes de junio de 1993, presentaron el lunes de la semana pasada un expediente de regulación de empleo que afectaría a 90 de los 214 trabajadores con los que cuenta la plantilla en la actualidad.

Garantías de continuidad

La Dirección Provincial de Trabajo, de la que es titular Fernando Villalobos, desautorizó la petición de Yanko. Trabajo condicionó la aprobación de esta regulación de empleo ala presentación previa de un plan de viabilidad de la empresa que garantizara su continuidad. Además, desautorizó fulminantemente el cierre patronal.Para la regulación de empleo y el cierre patronal, Yanko alegó la crisis que atraviesa la empresa, cuya producción diaria en las dos últimas semanas no llega al 25% de la producción, normal y cuya deuda asciende a cerca de 3.000 millones con proveedores y entidades financieras.

La dirección de Yanko pide una inyección de 500 millones de pesetas para evitar el cierre, además de una reducción de plantilla de 90 trabajadores. Un eventual cierre definitivo de la empresa de calzado podría afectar indirectamente a unos 700 trabajadores en la comarca mallorquín de Es Raiger (Inca). Además, se perderían unos 7.500 millones de pe setas.

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