De la mesa petitoria a la metadona

Un banquero suizo, J. Henry Dunant, fundó la Cruz Roja Internacional. Un aristócrata y un militar fundaron la española. Joaquín Agulló, conde de Ripalda, y Nicasio Landa, médico mayor de Sanidad militar, fueron los hombres que acudieron a Ginebra en 1863, a la primera conferencia de constitución de las Sociedades Internacionales y Permanentes de Socorro para los Militares Heridos en Tiempo de Guerra. Largo nombre reducido después al de Cruz Roja Internacional. España fue uno de los primeros países en constituir, un año después, su propia organización.Una de las primeras intervenciones de los p...

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Un banquero suizo, J. Henry Dunant, fundó la Cruz Roja Internacional. Un aristócrata y un militar fundaron la española. Joaquín Agulló, conde de Ripalda, y Nicasio Landa, médico mayor de Sanidad militar, fueron los hombres que acudieron a Ginebra en 1863, a la primera conferencia de constitución de las Sociedades Internacionales y Permanentes de Socorro para los Militares Heridos en Tiempo de Guerra. Largo nombre reducido después al de Cruz Roja Internacional. España fue uno de los primeros países en constituir, un año después, su propia organización.Una de las primeras intervenciones de los primeros diez voluntarios españoles -con Landa a la cabeza- fue en la III Guerra Carlista. Después, la gente de la Cruz Roja ha estado en casi todo: en la guerra de África, en la civil, en la repatriación de los combatientes en Cuba, en las enfermerías... Y tras la cruz siempre estuvo la cara de la aristocracia. El primer presidente fue el infante don Sebastián Gabriel de Borbón. Le siguieron el marqués de Cubas y el de Polavieja, el vizconde de Eza, el marqués de Hoyos, el conde de Vallellano, la marquesa de Santa Cruz...

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El primer presidente político que tuvo la institución tras la muerte de Franco fue Enrique de la Mata (UCD), un veterano en la política y en la propia institución, que llegó a ser presidente de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja. Dos socialistas, Leocadio Marín y Carmen Mestre, han marcado la pauta en los últimos ocho años.

Durante esta última etapa se intentó desmilitarizar la institución, modernizarla y centrarse en acciones sociales y humanitarias en detrimento de la asistencia sanitaria. La imagen de la señora enjoyada de la mesa petitoria ha dado paso al médico que dirige una asamblea regional, al socorrista de la playa y al asistente social que cuida a ancianos solitarios. "Me echo a temblar cuando se pone en entredicho nuestra subvención", ''dice la presidenta en funciones, Carmen Veiga.

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