La UE pide al Consejo de Seguridad una resolución para liberar Gorazde

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas discutirá en las próximas horas una propuesta de resolución de la Unión Europea exigiendo el inmediato alto el fuego en Gorazde, la retirada de las tropas serbias de la ciudad, la liberación del "personal de las Naciones Unidas detenido" por los serbios y la libre circulación de la ayuda humanitaria dentro del enclave. Los Doce no esgrimen ninguna amenaza contra Serbia para el caso de que sus tropas no se atengan a las exigencias europeas.

Los Doce no prometen el levantamiento de las sanciones económicas contra Belgrado pero sus llamamiento...

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El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas discutirá en las próximas horas una propuesta de resolución de la Unión Europea exigiendo el inmediato alto el fuego en Gorazde, la retirada de las tropas serbias de la ciudad, la liberación del "personal de las Naciones Unidas detenido" por los serbios y la libre circulación de la ayuda humanitaria dentro del enclave. Los Doce no esgrimen ninguna amenaza contra Serbia para el caso de que sus tropas no se atengan a las exigencias europeas.

Los Doce no prometen el levantamiento de las sanciones económicas contra Belgrado pero sus llamamientos a una estrecha vinculación de Rusia a la negociación permiten comprender los guiños dirigidos a Moscú dando garantías de que no habrá nuevos bombardeos y de que se discutirá el embargo a Serbia si Gorazde queda de nuevo en libertadLos tres países europeos encargados de presentar la propuesta serán los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU: los dos permanentes (Francia y Reino Unido), y el no permanente (España).

La iniciativa, patrocinada por franceses,y británicos, fue aprobada ayer por el Consejo de Ministros de la UE, en una reunión que en un principio debía centrarse en las relaciones con los países de Europa central y oriental, y más en concreto en las peticiones de adhesión presentadas por Polonia y Hungría. El nuevo plan de paz contempla tres fases alto el fuego en Gorazde, extensión al resto de Bosnia y reanudación de las negociaciones entre todas las partes, con el mapa de Bosnia de nuevo sobre la mesa.

Un grupo de trabajo, formado por Estados Unidos Rusia, la Unión Europea y Naciones Unidas, se encargará, según esta propuesta, de coordinar la posición común en la negociación, empezando posiblemente con la propia re solución del Consejo de Seguridad. No será posible, así, que los serbios negocien a dos bandas y consigan sortear las amenazas internacionales, o que la OTAN realice una acción que sea inmediatamente criticada por Moscú. El plan exige contar con más cascos azules, cuestión que fue evocada en la reunión de los Doce pero no dio lugar a nuevas ideas ni iniciativas.

Las posiciones más extremas ante la catástrofe política y militar de Gorazde fueron arrumbadas por los Doce. Quedó descartada la posibilidad de una iniciativa bélica de la OTAN para liberar Gorazde, pero también quedó excluido el trueque sin más del levan tamiento de sanciones contra Serbia por la retirada de sus tropas de la ciudad bosnia. No se estudió ni la posibilidad de una retirada de todos los cascos azules ni la extensión del mandato de Naciones Unidas para permitir una actuación más activa ante las agresiones serbias. El ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, resumió la posición europea con esta frase: "Ni retirada ni escalada bélica".

El alemán Klaus Kinkel, en cambio, cifró parte de sus esperanzas en la capacidad de presión de los rusos sobre Serbia y se mostró comprensivo con la propuesta de levantar las sanciones a cambio de la retirada de tropas de la ciudad bosnia. "No creo que los europeos decidan abandonar los esfuerzos desplegados en Bosnia, al menos mientras los beneficios sean mayores que los riesgos", indicó el británico, Douglas Hurd. "Vamos a buscar una fórmula para regresar a las negociacione", añadió.

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El mediador europeo, David Owen, aseguró, por su parte, que el papel de Naciones Unidas no es luchar contra Serbia y comentó que la resolución combina "el palo con la zanahoria". El ministro español de Exteriores, Javier Solana, se mostró contrario a la retirada de las tropas de Unprofor, aunque expresó "la enorme frustración de la comunidad internacional". "No veo ningún otro camino para avanzar que no sea la negociación", aseguró. Solana señaló, sin embargo, que todas las resoluciones de Naciones Unidas siguen vigentes, por lo que no cabe excluir, al menos sobre el papel, nuevas amenazas y acciones de la OTAN.

El Consejo de Ministros empezó en un clima de desaliento y reproches mutuos, que en el caso del negociador europeo, el británico David Owen, se dirigieron especialmente a los medios de comunicación y a la cadena norteamericana CNN, a quienes acusó precisamente de "buscar chivos expiatorios".

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