La policia alemana abre una investigación sobre el 'escándalo Schneider'

Otra sociedad del grupo Schneider, perteneciente al empresario alemán de la construcción huido tras dejar detrás unas deudas que algunos calculan en 9.000 millones de marcos (unos 720.000 millones de pesetas), presentó ayer la solicitud de quiebra ante un tribunal de Wiesbaden. En el tribunal de Knigstein, cerca de Francfort, ha quedado abierto el procedimiento de quiebra contra la empresa matriz del grupo Doctor Jürgen Schneider S.A.En Alemania crece el estupor a medida que se conocen nuevos detalles sobre la facilidad con que Jürgen Schneider conseguía engatusar a los bancos para conseguir c...

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Otra sociedad del grupo Schneider, perteneciente al empresario alemán de la construcción huido tras dejar detrás unas deudas que algunos calculan en 9.000 millones de marcos (unos 720.000 millones de pesetas), presentó ayer la solicitud de quiebra ante un tribunal de Wiesbaden. En el tribunal de Knigstein, cerca de Francfort, ha quedado abierto el procedimiento de quiebra contra la empresa matriz del grupo Doctor Jürgen Schneider S.A.En Alemania crece el estupor a medida que se conocen nuevos detalles sobre la facilidad con que Jürgen Schneider conseguía engatusar a los bancos para conseguir créditos multimillonarios. La Policía criminal federal (BKA) ha iniciado investigaciones en el caso Schneider en apoyo de la fiscalía, que ha expresado su extrañeza ante la actitud del Deutsche Bank, el principal acreedor del grupo constructor.

El Deutsche Bank, uno de los grandes bancos de Alemania, se encuentra en entredicho. Además de ser el más afectado por la fuga de Schneider, a quien había concedido créditos por un monto de 1.300 millones de marcos (más de 100.000 millones de pesetas) se ha conocido que el Deutsche Bank recibió, antes de que estallara el escándalo, una carta de Sclineider en la que advertía de sus planes.

El 7 de abril, el Deutsche recibió la misiva de Schneider, en la que el empresario anunciaba que se retiraba por consejo de sus médicos y al mismo tiempo solicitaba un nuevo crédito. Durante el fin de semana, emisarios del banco se reunieron con ejecutivos del grupo Schneider y se hicieron cargo de documentos sobre la situación de las empresas. El domingo mismo, la presidencia del banco decidió negar el crédito, pero no facilitó la información sobre la desaparición de Schneider, que se conoció al día siguiente. La indignación del ciudadano de a pie crece en Alemania, cuando se compara la actitud de la gran banca frente a un pequeño moroso y un golfo elegante, como calificó el diario Bild Zeitung a Sclineider. Hace unos días, el director de una sucursal del Deutsche Bank en Bonn exigía al corresponsal de este periódico dejar bloqueados seis meses en una cuenta 8.000 marcos (640.000 pesetas) como garantía para facilitarle una tarjeta de crédito.

Ahora han salido a la luz detalles como que Sclineider había conseguido un crédito para construir un centro comercial en Francfort con 20.000 metros cuadrados de superficie para alquilar, cuando en realidad eran sólo 9.000. El semanario Der Spiegel publicó ayer que Schneider recibió en el primer trimestre de este año nada menos que 1.300 millones de marcos en créditos (más de 100.000 millones de pesetas).

En un año electoral, los políticos también se suman al coro de críticas contra la banca. El ministro federal de Trabajo, el democristiano Norbert Blüm (CDU), declaró: "Decenas de miles de maestros artesanos, aprendices y oficiales están ahora temblando por sus trabajos. Yo pido a los bancos que respondan ahora ante los pequeños empresarios. No puede ser que los maestros artesanos se queden ahora sin su salario, mientras Schneider toma el sol bajo las palmeras".

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