Ataque contra una comisaría de La Habana

Incidentes violentos se han producido varios días consecutivos a finales de Semana Santa en la ciudad dormitorio de Alamar, en los suburbios del este de La Habana, según fuentes diplomáticas occidentales contactadas por teléfono en la capital cubana.

La violencia se apoderó de las calles durante las largas horas diarias de corte del fluido eléctrico para ahorrar energía. Los manifestantes jóvenes destruyeron escaparates y mobiliario urbano al tiempo que lanzaron cócteles mólotov contra la comisaría del barrio y contra el bar Chiringuito.

Las autoridades cubanas reaccio...

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Incidentes violentos se han producido varios días consecutivos a finales de Semana Santa en la ciudad dormitorio de Alamar, en los suburbios del este de La Habana, según fuentes diplomáticas occidentales contactadas por teléfono en la capital cubana.

La violencia se apoderó de las calles durante las largas horas diarias de corte del fluido eléctrico para ahorrar energía. Los manifestantes jóvenes destruyeron escaparates y mobiliario urbano al tiempo que lanzaron cócteles mólotov contra la comisaría del barrio y contra el bar Chiringuito.

Las autoridades cubanas reaccionaron desplegando fuerzas antidisturbios y reduciendo drásticamente la duración de los apagones. Se ignora si se produjeron heridos y detenciones. Tras la adopción de esas medidas no se han repetido los incidentes.

En círculos diplomáticos de La Habana se cree que los sucesos de Alamar constituyen una protesta espontánea ante las penurias que padece la población. Los disturbios de hace casi dos semanas son los primeros desde que el pasado verano se desarrollaron "actos vandálicos", según la terminología oficial, durante los cortes de luz de ocho horas diarias pero que suelen prolongarse a causa de la falta de combustible y del mal estado de las centrales térmicas. A raíz de estos disturbios el régimen reforzó con 1.225 agentes los efectivos policiales de la capital.

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