Tribuna:

El financiero

Javier de la Rosa, "el financiero catalán", ¿adjetivo o epíteto? El epíteto es aquel adjetivo que dice de la, cosa expresada por el nombre una cualidad natural en ella o que se considera natural. Un ejemplo claro es: "gasas transparentes". Pues bien, a la vista de cómo algunos medios de comunicación se empeñan en calificar una y otra vez a Javier de la Rosa como "el financiero catalán" y habida cuenta de que jamás se refieren a Mario Conde como "el financiero gallego" o al señor De la Concha como a "el financiero madrileño", me pongo a considerar si lo de catalán adjetivando al cuestionado fin...

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Javier de la Rosa, "el financiero catalán", ¿adjetivo o epíteto? El epíteto es aquel adjetivo que dice de la, cosa expresada por el nombre una cualidad natural en ella o que se considera natural. Un ejemplo claro es: "gasas transparentes". Pues bien, a la vista de cómo algunos medios de comunicación se empeñan en calificar una y otra vez a Javier de la Rosa como "el financiero catalán" y habida cuenta de que jamás se refieren a Mario Conde como "el financiero gallego" o al señor De la Concha como a "el financiero madrileño", me pongo a considerar si lo de catalán adjetivando al cuestionado financiero De la Rosa no será un epíteto, una cualidad natural que reúne lo de cuestionado y lo de catalán."El financiero catalán" por aquí, el "financiero catalán" por allá. No estoy en condiciones de repudiar a ningún ciudadano y parto del principio de que es catalán el que vive y trabaja en Cataluña, aunque sea un financiero tan raro. Pero me intriga lo indispensablemente catalán que es De la Rosa para medios de comunicación tan habitualmente entregados a cruzadas lingüísticas o futbolísticas. Tal vez se hayan tomado al pie de la letra aquel aval que el presidente Pujol lanzó sobre Javier de la Rosa cuando lo bautizó de catalanidad desde la cima de cualquier montaña sagrada de las que tanto le gustan escalar al presidente. Pujol hizo de De la Rosa "el financiero" de Cataluña como si se tratara de hacer de Miró "el pintor" de Cataluña o de Montserrat Caballé "la voz" de Cataluña. ¿Un desliz del presidente? Probablemente, quizá se debiera a un instinto básico que si bien prestó una patria al exiliado de Kuwait, con el tiempo puede ser negativa para un financiero en apuros que muy bien podría ser acusado de genocidio lingüístico o de manipular a los árbitros para que el Barça gane la Liga.

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