Yeltsin llega a España en medio de fuertes rumores sobre su estado de salud

Los interlocutores españoles del presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y los embajadores extranjeros en España intentarán averiguar en el rostro y en los movimientos del jefe de Estado ruso cuál es su verdadero estado de salud. Para evitar precisamente las especulaciones, el huésped ruso ha renunciado a desplazarse hasta el hospital de Barcelona, donde fue operado en 1990 de una hernia discal, y recibirá a su equipo médico el miércoles en el hotel Juan Carlos I.

Yeltsin, de 63 años, tiene previsto llegar hoy a mediodía a Madrid, donde almorzará con los Reyes en La Zarzuela, y, por la noch...

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Los interlocutores españoles del presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y los embajadores extranjeros en España intentarán averiguar en el rostro y en los movimientos del jefe de Estado ruso cuál es su verdadero estado de salud. Para evitar precisamente las especulaciones, el huésped ruso ha renunciado a desplazarse hasta el hospital de Barcelona, donde fue operado en 1990 de una hernia discal, y recibirá a su equipo médico el miércoles en el hotel Juan Carlos I.

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Yeltsin, de 63 años, tiene previsto llegar hoy a mediodía a Madrid, donde almorzará con los Reyes en La Zarzuela, y, por la noche, asistirá a una cena en su honor en el Palacio Real. Mañana, martes, será la jornada de las conversaciones políticas, con el presidente del Gobierno, Felipe González, a mediodía, y económicas, con empresarios, por la noche, en el hotel Ritz. El miércoles pasará cinco horas en Barcelona, donde su principal objetivo es, según su secretario de prensa, Viatcheslav Kostikov, recorrer la Villa Olímpica. Para evitar cualquier malentendido sobre los motivos de este desplazamiento, el jefe de protocolo ruso ha dejado claro a sus interlocutores en la capital catalana que su presidente no irá al centro hospitalario, sino que agradecerá su labor al equipo del doctor Josep Llovet en la suite de su hotel.

Las especulaciones sobre la mala salud de Yeltsin tienen su origen en sus prolongadas ausencias y en las propias contradicciones de sus colaboradores. El interesado siempre ha desmentido estar enfermo. Lo hizo por última vez en una entrevista con el diario gubernamental Izvestia. "Me siento bien", dijo, "no consulto a los médicos; no tengo ningún síntoma patológico, por lo que las especulaciones sobre este asunto no son más que una provocación".

Desde principios de año Yeltsin se ha tomado, sin embargo, cinco semanas de descanso, las dos últimas en marzo en el mar Negro. El pasado miércoles canceló una vez más todas sus citas sin dar explicaciones, suscitando dudas sobre su capacidad para gobernar. Tras el anuncio por EL PAÍS, el 11 de marzo, del próximo encuentro entre el presidente ruso y los neurocirujanos catalanes, su portavoz, Anatoli Krásikov, precisó que en Barcelona no se sometería a un chequeo, pero su secretario de prensa declaró el viernes que ignoraba si la entrevista con. Llovet sería de mera cortesía o se convertiría en una consulta médica.

Exploraciones en Barcelona

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En círculos médicos cercanos al equipo que operó a Yeltsin hace cuatro años, y que le visitó en septiembre pasado en Moscú, se indica que las exploraciones efectuadas en 1990 ponen de relieve que goza de buena salud y en ningún caso padece cáncer de hígado o cirrosis hepática como aseguró a finales de marzo la cadena de televisión norteamericana NBC. Su único problema serio es el mal estado de su columna vertebral, agravado por el deporte que practicó en.su juventud y por su corpulencia. Su peso rebasa los 100 kilos. Los médicos le han insistido en que debe cuidarse, aunque, a pesar de ello, padecerá frecuentes molestias.

De su estancia en el Hospital de Barcelona Yeltsin guarda un excelente recuerdo, aunque algo confuso. A los facultativos que le atendieron les describe como "los mejores médicos del mundo", y del centro hospitalario ha contado que era un modelo de cooperativa perteneciente a su personal, cuando, en realidad, es propiedad de sus socios-usuarios, agrupados en la sociedad SCIAS.

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