Tribuna:

Actualidad

La actualidad está muerta. Vivimos de las noticias de hace un siglo, lo que pasa es que les inyectan el conservante ese que le ponen a los langostinos para que no se les oscurezca la cabeza, y nos las sirven como frescas. Ahora dicen, como si fuera nuevo, que Roldán se ha acogido a la ley para no hablar de los fondos reservados y a la intimidad para no declarar su patrimonio. Y nos lo dan de primer plato, en primera página, como lo de que tiene la casa llena de basura, más basura que FOCSA. Lo sabíamos, así que no es una noticia.Una noticia no es que el poder muerda a la ley, que eso está muy ...

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La actualidad está muerta. Vivimos de las noticias de hace un siglo, lo que pasa es que les inyectan el conservante ese que le ponen a los langostinos para que no se les oscurezca la cabeza, y nos las sirven como frescas. Ahora dicen, como si fuera nuevo, que Roldán se ha acogido a la ley para no hablar de los fondos reservados y a la intimidad para no declarar su patrimonio. Y nos lo dan de primer plato, en primera página, como lo de que tiene la casa llena de basura, más basura que FOCSA. Lo sabíamos, así que no es una noticia.Una noticia no es que el poder muerda a la ley, que eso está muy visto, sino que la ley muerda al poder, y eso no ha sucedido en el caso Roldán ni en ningún otro. Consumimos noticias pasadas de fecha que tienen buen aspecto gracias a los colorantes y conservantes. Estamos perdiendo el paladar y ya no distinguimos una noticia fresca de una congelada. Las radios llevan toda la semana despertándonos con la novedad de que lo de Colosio, en México, fue un compló de PRI, y nosotros nos admiramos, como cuando nos comemos un cocido de lata y decimos que parece recién hecho. Pues no está recién hecho y el paladar lo sabe; otro asunto es que tengamos la nevera vacía y no nos quede más remedio que acudir a la lata. Pero al paladar no se le engaña: el paladar conocía, por ejemplo, el sabor de las declaraciones de Arzalluz antes de que se publicaran en la prensa.

Eso por no hablar del triunfo de Berlusconi en las elecciones italianas. Pero hombre, por Dios, si llevaba triunfando 20 años. El capital se disfraza de Craxi o de lo que sea necesario para ganar. Ahora aparece disfrazado de Berlusconi, pero es la misma cosa. El día que nos den una noticia fresca, después de haber digerido tanta porquería enlatada, no nos lo vamos a creer.

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