Estudiantes de la Complutense abren una oficina de defensa del alumno

Un grupo de estudiantes de Derecho de la Universidad Complutense, miembros de la asociación Unión de Estudiantes Progresistas, ha abierto en su facultad una oficina a la que pueden acudir todos los alumnos con quejas sobre los estudios o los profesores. La oficina, organizada de forma espontánea por los universitarios y sin ayuda oficial, pretende "que los estudiantes que quieran denunciar algo tengan a dónde ir", según Juan Gómez, uno de los promotores.En la oficina se guardará el anonimato de los denunciantes "ya que la gente, si no miedo, sí que tiene bastante cuidado a la hora de quejarse ...

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Un grupo de estudiantes de Derecho de la Universidad Complutense, miembros de la asociación Unión de Estudiantes Progresistas, ha abierto en su facultad una oficina a la que pueden acudir todos los alumnos con quejas sobre los estudios o los profesores. La oficina, organizada de forma espontánea por los universitarios y sin ayuda oficial, pretende "que los estudiantes que quieran denunciar algo tengan a dónde ir", según Juan Gómez, uno de los promotores.En la oficina se guardará el anonimato de los denunciantes "ya que la gente, si no miedo, sí que tiene bastante cuidado a la hora de quejarse de algún profesor", cuenta César Ramírez, otro de los organizadores.

El rector de la Universidad Complutense, Gustavo Villapalos, manifestó en el mes de febrero su intención de crear una delegación de alumnos de la Complutense que se ocupará de velar por los intereses de los estudiantes. "Es una buena idea, pero eso ya lo ha dicho otras veces y seguimos sin tener esa delegación. Además, nosotros, aunque se cree ese organismo, seguiremos funcionando", alega César Ramírez, quien piensa que los alumnos de su facultad no saben muy bien adónde dirigirse en caso de querer protestar por algo. "Nos interesan más, claro está, los problemas colectivos: profesores que no cumplen su cometido, abusos de autoridad y cosas así, pero no desdeñamos ni las denuncias particulares".

Una de las razones que han impulsado a esta asociación de estudiantes a crear la oficina fue el caso del profesor que obligaba a sus alumnos a comprar su propio libro. Un grupo de alumnos de este profesor se dirigió en febrero a esta asociación pidiendo apoyo.

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