La oficina única de atención a extranjeros lleva un año de retraso

La oficina unificada de atención a extranjeros, anunciada hace un año por el anterior delegado del Gobierno en Madrid, Miguel Solans, sigue sin abrir sus puertas. El local existe, en la calle de Pradillo, junto a la oficina de asilo y refugio. Pero en él no hay todavía ni funcionarios ni inmigrantes. Solans anunció este proyecto en marzo de 1993. Meses después, en la Junta Local de Seguridad, en julio, reconoció que la apertura se había retrasado por "problemas burocráticos".El objetivo de esta oficina, que ya funciona en otras comunidades autónomas, es facilitar en un solo recinto todo tipo d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La oficina unificada de atención a extranjeros, anunciada hace un año por el anterior delegado del Gobierno en Madrid, Miguel Solans, sigue sin abrir sus puertas. El local existe, en la calle de Pradillo, junto a la oficina de asilo y refugio. Pero en él no hay todavía ni funcionarios ni inmigrantes. Solans anunció este proyecto en marzo de 1993. Meses después, en la Junta Local de Seguridad, en julio, reconoció que la apertura se había retrasado por "problemas burocráticos".El objetivo de esta oficina, que ya funciona en otras comunidades autónomas, es facilitar en un solo recinto todo tipo de trámites a los inmigrantes: desde la obtención de permisos de trabajo y residencia, reagrupaciones familiares o consultas sobre derechos y prestaciones sociales. En ella se pretende unificar en un solo banco de datos la información que ahora tienen por separado varios ministerios. En la actualidad, todos esos papeleos y consultas deben hacerse en diferentes dependencias.

En Madrid viven 130.000 inmigrantes legales (con permiso de trabajo y residencia), de los que la mitad procede de países del Tercer Mundo. Otros 13.000, aproximadamente (según datos de la delegación del Gobierno), en situación ilegal.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En