Centenares de policías aislaron a los delegados de la protesta de 1.500 trabajadores de Santana

Los linarenses llegaban ayer "muy calientes" a Madrid por la crisis de Santana Motor y más se encresparon por ser recibidos como si fueran "terroristas". Un impresionante despliegue policial -más de 300 agentes- impidió que los 1.500 trabajadores de Santana que ayer se manifestaron en Madrid se acercasen a menos de 200 metros de la sede del Congreso del PSOE. Los 888 delegados socialistas aprobaron por unanimidad por la tarde una declaración de solidaridad "con el pueblo de Linares y su comarca, y con todos los trabajadores afectados".

La resolución aprobada hace un llamamiento "al sosi...

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Los linarenses llegaban ayer "muy calientes" a Madrid por la crisis de Santana Motor y más se encresparon por ser recibidos como si fueran "terroristas". Un impresionante despliegue policial -más de 300 agentes- impidió que los 1.500 trabajadores de Santana que ayer se manifestaron en Madrid se acercasen a menos de 200 metros de la sede del Congreso del PSOE. Los 888 delegados socialistas aprobaron por unanimidad por la tarde una declaración de solidaridad "con el pueblo de Linares y su comarca, y con todos los trabajadores afectados".

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La resolución aprobada hace un llamamiento "al sosiego y a la tranquilidad social para crear un clima que posibilite alcanzar los acuerdos necesarios", informa Servimedia."Es intolerable". Tal era la opinión de los manifestantes al ver el dispositivo policial. Juan Salazar, portavoz del comité de empresa, pidió a los 33 compromisarios de Jaén que abandonaran el congreso y se unieran a la protesta.

A las 11. 50, los trabajadores terminaban su recorrido por Madrid. 650 metros en la Castellana hasta el estadio Bernabéu, junto al Palacio de Congresos, eran todo su recorrido. Por cualquier lado les rodeaban cordones de policías antidisturbios. Sólo de Sevilla han sido trasladados a Madrid para el dispositivo de seguridad del congreso unos 300 agentes.

Los trabajadores de Santana, nerviosos por los tres controles policiales que ya habían pasado en la carretera camino de Madrid, estallaron contra la Policía y el Gobierno: "Somos de Linares, no somos terroristas"; "ahí está, ahí está, la cueva de Alí Babá". Los trabajadores rehuyeron el enfrentamiento con los agentes. "No hemos venido a enfrentarnos a la poficía", dijo Salazar.

Alusiones al modelo japonés y al presidente de Santana, Yoshio Saito, se mezclaban con las consignas contra el Gobierno, al que se acusa de arruinar la comarca de Linares. Tras casi una hora de gritos, los trabajadores aplaudieron la colocación de un gran pancarta en la última planta del bloque situado enfrente del Bernabéu: "Linares es un infierno por culpa del Gobierno". Varios manifestantes se bajaron los pantalones ante la policía y corearon "así, así no dejarán".

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