El Consejo de Seguridad exige el final inmediato del cerco serbio a Maglaj

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha exigido el final inmediato del cerco que las tropas serbias mantienen en Bosnia contra la ciudad de Maglaj, 80 kilómetros al norte de Sarajevo. El Consejo de Seguridad pidió, también en la madrugada del martes, a las tropas serbias y croatas que permitan sin ningún tipo de restricciones la llegada de ayuda humanitaria a este enclave musulmán de casi 20.000 habitantes, cercado desde hace nueve meses y bombardeado indiscriminadamente.

En la onda de la escalada negociadora emprendida por Washington y Moscú, el líder de los serbios bosnios, Rado...

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El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha exigido el final inmediato del cerco que las tropas serbias mantienen en Bosnia contra la ciudad de Maglaj, 80 kilómetros al norte de Sarajevo. El Consejo de Seguridad pidió, también en la madrugada del martes, a las tropas serbias y croatas que permitan sin ningún tipo de restricciones la llegada de ayuda humanitaria a este enclave musulmán de casi 20.000 habitantes, cercado desde hace nueve meses y bombardeado indiscriminadamente.

En la onda de la escalada negociadora emprendida por Washington y Moscú, el líder de los serbios bosnios, Radovan Karadzic, dijo ayer en Belgrado que sus fuerzas están dispuestas a desprenderse de una pequeña parte del territorio que controlan en Bosnia a cambio de paz.Un breve comunicado de Naciones Unidas afirma que en Maglaj "la situación se deteriora rápidamente y supone una amenaza para la supervivencia de la población civil que queda". El Consejo de Seguridad considera responsables de la situación a las tropas sitiadoras serbias. Sadako Ogata, responsable del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), se entrevistó ayer en Belgrado con el presidente Slobodan Milosevic: para pedirle que obtenga de sus correligionarios de Bosnia el libre paso de la ayuda humanitaria.

Funcionarios de Naciones Unidas en Sarajevo, la capital bosnia -donde los tranvías han vuelto a funcionar de forma oficial tras dos años de guerra, señalaron ayer que los serbios siguen negando permiso para la entrada en Maglaj de un convoy humanitario del ACNUR. "Esta forma de limpieza étnica por hambre debe acabarse", dijo el portavoz de la ONU. El convoy, diez camiones con víveres, está dispuesto en la ciudad de Zenica, a 80 kilómetros, esperando la luz verde de los comandantes serbios, quienes aseguran no haber recibido permiso de sus superiores.

El jefe de los serbios de Bosnia ha asegurado repetidamente en los últimos días que no se opone a la llegada de ayuda a la población cercada. Desde finales de octubre pasado ningún convoy ha alcanzado Maglaj, cuyos habitantes sobreviven gracias a los víveres lanzados desde aviones.

Comentando ayer el acuerdo entre croatas y musulmanes de Bosnia para formar una federación, que será firmado este viernes en Washington ante el presidente Clinton, Karadzic dijo que los serbios están dispuestos a devolver "alrededor de un 16%" del total del 70% del territorio que controlan en Bosnia después de dos años de guerra. El presidente bosnio, Alija Izetbegovic, cifra en un 60% el suelo bosnio que debería ocupar la naciente federación croata-musulmana, lo que dejaría a los serbios, los más fuertes militarmente, con un 40%.

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