El taxista del atasco final
Manuel de la Rosa, taxista de 52 años, hace unas enrevesadas fórmulas que determinan con exactitud el día del atasco final. Esa jornada, calcula, será el 17 de noviembre de 1998. El alcalde, convenientemente avisado, le ha respondido por carta: "Sus sugerencias serán estudiadas con el máximo interés".Entender los razonamientos del taxista resulta sencillo. En sus fórmulas mezla factores zodiacales, la longitud media de los coches (4,2 metros), el espacio libre que queda para aparcar (5.000 kilómetros), el número de vehículos que se venden anualmente -231.000, de los que resta los que se...
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Manuel de la Rosa, taxista de 52 años, hace unas enrevesadas fórmulas que determinan con exactitud el día del atasco final. Esa jornada, calcula, será el 17 de noviembre de 1998. El alcalde, convenientemente avisado, le ha respondido por carta: "Sus sugerencias serán estudiadas con el máximo interés".Entender los razonamientos del taxista resulta sencillo. En sus fórmulas mezla factores zodiacales, la longitud media de los coches (4,2 metros), el espacio libre que queda para aparcar (5.000 kilómetros), el número de vehículos que se venden anualmente -231.000, de los que resta los que se dan de baja y los que se van a los pueblos- y unos extraños "cómputos" con el número 7.
Este periódico encargó en 1978 a un experto un estudio sobre el atasco final. Las conclusiones -obtenidas mediante simulaciones de ordenador y multitud de datos matemáticos- fueron ontundentes: el coapso sería definitivamente a las nueve de a mañana del 25 de noviembre ¡de 1980!
De la Rosa, más modesto, no da hora.