Gracias a la Virgen

Cuenta Luis Carandell en su libro Retevisión, un viaje por España que cuando Franco vio en su televisor la imagen de la Virgen del Pilar, en 1960, "se quedó atónito ante el prodigio técnico y dando un puñetazo sobre la mesa exclamó: ¡adelante la televisión!". Puede que este grito fuera el empujón definitivo porque cuando nació el UBF, la Primera Cadena había aprendido mucho. Por la pequeña pantalla ya habían desfilado Jesús Álvarez y su telediario; Mariano Medina era el hombre del tiempo; Álvaro de la Iglesia llevaba el primer consultorio televisivo, eso sí humorístico, e incluso Marlen...

Cuenta Luis Carandell en su libro Retevisión, un viaje por España que cuando Franco vio en su televisor la imagen de la Virgen del Pilar, en 1960, "se quedó atónito ante el prodigio técnico y dando un puñetazo sobre la mesa exclamó: ¡adelante la televisión!". Puede que este grito fuera el empujón definitivo porque cuando nació el UBF, la Primera Cadena había aprendido mucho. Por la pequeña pantalla ya habían desfilado Jesús Álvarez y su telediario; Mariano Medina era el hombre del tiempo; Álvaro de la Iglesia llevaba el primer consultorio televisivo, eso sí humorístico, e incluso Marlene Dietrich había cantado en el programa Amigos de los martes, en diciembre de 1962.Al primer concurso, El enigma, le seguirían Ayer fue noticia, hoy es dinero; Cien mil pesetas, o La unión hace la fuerza, y Patrulla de tráfico, primer telefilme de serie, que pronto fue secundada por Perry Mason, Los intocables o El virginiano. Por tener, teníamos hasta cursos de francés con la Mangold y los censores preferían la geometría al alfabeto y se habían sacado de. la manga los rombos para mandar a los peques a la cama mucho antes de que" aparecieran Cleo, Teté y toda la familia Telerín.

El país lloró de emoción con la boda de Fabiola y Balduino, primera recepción oficial de Eurovisión para España, y siguió de cerca la toma de posesión de Kennedy. Pero lo que acabó de convencer a los descreídos fue el deporte rey, con el Real Madrid de inaugurador extraoficial de todas las modalidades de retransmísión. Su encuentro, con el Barça el 15 de febrero de 1959 acabó con las existencias de receptores en toda Barcelona, dos meses después de que la Ciudad Condal recibiera la primera señal. Tamaño éxito impidió a TVE colgar en agosto el cartel de "cerrado por vacaciones", como hizo en su primer año de vida. Se había convertido ya en un servicio mínimo para el país.