La ONU denuncia ocho casos de malos tratos a detenidos en España

Un total de ocho denuncias de torturas y malos tratos en las cárceles y comisarías españolas aparecen reseñadas en el informe del relator especial sobre la tortura, Nigel Rodly, presentado ayer ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que está reunida en Ginebra para estudiar la situación de las libertades fundamentales en el mundo durante el último año.El informe del relator especial da cuenta de las denuncias de malos tratos o torturas, ocurridas durante 1992 y 1993, cursadas por organizaciones no gubernamentales o familiares de los afectados al Centro de Derechos Humanos de la ONU. E...

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Un total de ocho denuncias de torturas y malos tratos en las cárceles y comisarías españolas aparecen reseñadas en el informe del relator especial sobre la tortura, Nigel Rodly, presentado ayer ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que está reunida en Ginebra para estudiar la situación de las libertades fundamentales en el mundo durante el último año.El informe del relator especial da cuenta de las denuncias de malos tratos o torturas, ocurridas durante 1992 y 1993, cursadas por organizaciones no gubernamentales o familiares de los afectados al Centro de Derechos Humanos de la ONU. El texto se limita a registrar aquellas denuncias más "fidedignas o suficientemente coherentes", según señala el personal del mismo, y las tramita a los gobiernos para que las examinen y ofrezcan su propia versión de los hechos.

"El centro es simplemente un intermediario. No emitimos ningún juicio sobre las denuncias ni las respuestas de los gobiernos, y nos limitamos a presentar los informes a la Comisión de Derechos Humanos para que los estudie", señalan estas fuentes.

El relator especial pasa revista a casos de 60 países, entre ellos España, Italia y el Reino Unido. De las ocho denuncias registradas sobre España, una veintena menos que en el anterior informe, cuatro casos coincidieron con el traslado de reclusos de una prisión a otra; tres se produjeron en cárceles y el restante se produjo durante una detención por la Guardia Civil.

Tras efectuar las oportunas investigaciones, el Gobierno español no ha encontrado indicios de que las Fuerzas de Seguridad del Estado hayan cometido malos tratos, según se desprende del informe. Sólo en algunos casos, se indica que las heridas fueron producidas por las "violentas confrontaciones de los detenidos contra los agentes de seguridad en el momento de su arresto, o por los ataques de los presos a los funcionarios de prisiones". Los nombres citados en el informe son: Kepa Urra Guridi, Manuel Muiños García, Eduardo Basabe Larrinaga, Germán Cristóbal Aznar, Pako Etxebeste Arozena, Arnaldo Otegui Mondragón, KoIdo Arrese Garate e Imanol Txabarri.

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