La hora del líder dubitativo

El ex democristiano Mario Segni se encuentra, por fin, con la encrucijada de la derecha italiana en sus manos. De él depende, en efecto, el que la derecha concurra a las urnas en uno o dos grandes bloques y el que Silvio Berlusconi se decida o no a probar su suerte como político.La hora de este sardo, hijo de un presidente de la República que hubo de dimitir bajo sospechas de haber simpatizado con un proyecto de golpe de Estado, llega con un cierto retraso respecto al momento en que Segni obtuvo el máximo de popularidad gracias al éxito de los referendos de junio de 1991 y abril de 1993. Él lo...

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El ex democristiano Mario Segni se encuentra, por fin, con la encrucijada de la derecha italiana en sus manos. De él depende, en efecto, el que la derecha concurra a las urnas en uno o dos grandes bloques y el que Silvio Berlusconi se decida o no a probar su suerte como político.La hora de este sardo, hijo de un presidente de la República que hubo de dimitir bajo sospechas de haber simpatizado con un proyecto de golpe de Estado, llega con un cierto retraso respecto al momento en que Segni obtuvo el máximo de popularidad gracias al éxito de los referendos de junio de 1991 y abril de 1993. Él los promovió para cambiar el sistema político italiano.

Segni dejó la pasada primavera una Democracia Cristiana (DC) que hacía agua por todas partes. Luego, promovió Alianza Democrática, con elementos socialistas y republicanos, como una fuerza que miraba a la izquierda. Posteriormente cambió de línea y creó el Pacto por Italia, el movimiento de centro derecha que ahora dirige. Los sondeos indican que los italianos le quieren todavía como primer ministro, aunque prefieran a Berlusconi.

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