La Santa Sede devuelve a España parte de sus propiedades en Tierra Santa y Turquía

España y el Vaticano están a punto de resolver un contencioso histórico. Una discreta negociación, iniciada en Roma en 1992 entre la Secretaría de Estado de la Santa Sede y el Ministerio de Asuntos Exteriores español, concluirá en los próximos días,probablemente el 29 de enero, con la devolución al Estado español y a la Conferencia Episcopal de parte de sus propiedades artísticas e inmobiliarias, en Tierra Santa y en Turquía, fuentes diplomáticas de ambas partes. A partir de entonces, España podrá potenciar su presencia en Jerusalén.

Para entender lo sucedido hay que remontarse al sigl...

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España y el Vaticano están a punto de resolver un contencioso histórico. Una discreta negociación, iniciada en Roma en 1992 entre la Secretaría de Estado de la Santa Sede y el Ministerio de Asuntos Exteriores español, concluirá en los próximos días,probablemente el 29 de enero, con la devolución al Estado español y a la Conferencia Episcopal de parte de sus propiedades artísticas e inmobiliarias, en Tierra Santa y en Turquía, fuentes diplomáticas de ambas partes. A partir de entonces, España podrá potenciar su presencia en Jerusalén.

Para entender lo sucedido hay que remontarse al siglo XIV. En 1342, el papa Clemente VI decreta en su Breve gratias agimus el ius patronatus [derecho de propiedad] de la Corona española sobre Tierra Santa. Gracias a contribuciones fiscales, como las mandas hereditarias impuestas por Felipe IV, a la ayuda económica directa de la Corona, y a colectas efectuadas en España y Latinoamérica por lo menos una vez al año, el Viernes Santo, se constituye, a lo largo de siete siglos, un patrimonio artístico-inmobiliario español en Palestina, Chipre, Damasco y Estambul que administra la Obra Pía de los Santos Lugares.Con los balbuceos de la democracia se hizo cargo de la cartera de Exteriores Marcelino Oreja, quien, según sus antiguos colaboradores, consideraba anacrónicos estos privilegios españoles en Tierra Santa y deseaba además hacer un gesto hacia el Vaticano. En 1976 firmó un acuerdo con la Santa Sede que, en sustancia, transfería algunas propiedades a la Custodia de Tierra Santa, una institución franciscana tutelada por el Vaticano, y colocaba a otras en una confusa situación jurídica.

Las propiedades cedidas eran las siguientes: cinco en Israel -el olivar de Ramleh, el Convento de San Juan, el hospicio, la casa consular y el cementerio, todas ellas en Yaflo-, y otras tres en Pera (Turquía), Nicosia y Damasco.

Entre los altos cargos de Exteriores y entre los diputados del PSOE y de la antigua Coalición Democrática (precedente de Alianza Popular), el acuerdo suscitó un amplio malestar porque, a cambio de la cesión, España no obtuvo prácticamente contrapartidas. Para muchos supuso además una contradicción con la política exterior española, tradicionalmente propalestina. "Al retirarnos", comenta un diplomático español que estuvo destinado en Jerusalén, "se quitaba un dique al expansionismo israelí".

Dadas y desmentidos

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El. Gobierno de Unión del Centro Democrático dudó. En abril de 1980 efectuó, por fin, el canje de notas con la Santa Sede para permitir la entrada en vigor del acuerdo, pero dos meses más tarde la Oficina de Información Diplomática desmintió su existencia.

El Ejecutivo no se atrevió tampoco a someterlo a la necesaria ratificación parlamentaria, y, por consiguiente, no se publicó en el Boletín Oficial del Estado. El 16 de diciembre de 1980 dio finalmente marcha atrás * Exteriores lo denunció ante la Secretaría de Estado vaticana, al tiempo que pidió renegociarlo.

Era demasiado tarde. La Santa Sede optó por ignorar los procedimientos internos españoles. y decidió aplicarlo parcialmente. La Custodia de Tierra Santa empezó en 1981 a colocar bajo su tutela a las casas de la Obra Pía. El ánimo expropiador de Israel, que experimenta un gran auge demográfico, le hizo, sin embargo, cambiar de opinión 11 años después.

La0bra Pía es un patronato del Estado y de la Iglesia que preside el ministro español de Asuntos Exteriores. Está: en mejores condiciones de resistir el embate- expropiador israelí que la Custodia, que carece de personalidad jurídica propia. De ahí que esta última institución acepte ahora clarificar y traspasar a la primera sus títulos de propiedad a cambio de algunas compensaciones. La Obra Pía no recuperará todo, y la excepción más notable es el Convento de San Juan.

El borrador del nuevo acuerdo entre la Santa Sede, que negocia en nombre de la Custodia, y el Estado español, que hace otro tanto en representación de la Obra Pía, prevé que, en caso de venta de este patrimonio, el 20% de los ingresos obtenidos revertirán a la Custodia. También incluye otros aspectos más simbólicos, como el compromiso de los franciscanos a decir dos misas solemnes anuales en el Santo Sepulcro y en la iglesia de Ain Karem por los Reyes y por el pueblo de España.

Conjunto nacional en Jerusalén

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