Tribuna:

El sotano

Un cierto pensamiento liberal había conseguido desarmar últimamente la teoría conspirativa de la historia. Frente a los convencidos de que la historia camina por los subterráneos donde se fragua suciamente el futuro -el Gran Viejo italiano o la maquinación omniscente de los servicios se cretos-, algunos liberales consiguieron oponer -y con bastante éxito a partir de la caída del muro- la teoría de la sociedad transparente. El mun-do, decían no es un thriller y el argumento de la vida es mucho más com plejo que una novela de Le Carré. Tan complejo, concluían, que a veces ni existe, desdi...

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Un cierto pensamiento liberal había conseguido desarmar últimamente la teoría conspirativa de la historia. Frente a los convencidos de que la historia camina por los subterráneos donde se fragua suciamente el futuro -el Gran Viejo italiano o la maquinación omniscente de los servicios se cretos-, algunos liberales consiguieron oponer -y con bastante éxito a partir de la caída del muro- la teoría de la sociedad transparente. El mun-do, decían no es un thriller y el argumento de la vida es mucho más com plejo que una novela de Le Carré. Tan complejo, concluían, que a veces ni existe, desdibujado en su n-fisma complejidad centrífuga. Esa revuelta contra la maquinación aportó beneficiosos efectos: en parte pretendía devolver la libertad a los hombres, alejándolos del fatalismo determinista, de la conciencia de que toda suerte estaba echada. Era una revuelta contra la ingenuidad que, sin embargo, en algunos propagandistas adoptó perfiles muy ingenuos. Una cosa era relativizar el poder del sótano secreto y otra muy distinta asegurar que todo lo sustancial de la vida se decidía bajo la luz solar, en pleno uso y control de la conciencia colectiva.Las noticias sobre los experimentos radiactivos con humanos registrados durante la guerra fría en EE UU y la URSS nos devuelven fríamente, con pruebas concluyentes, la certeza del sótano. Se trata de noticias muy trascendentales. Y han pasado muy inadvertidas para su magnitud, lo que prueba la importancia de la dflación que los estados introducen en el conocimiento de sus secretos y confirma el axioma periodístico de que tan importante como lo que se dice es cuándo y cómo se dice. Cientos de personas podrían haber escrito su memoria del subsuelo. Hoy son cadáveres o carne de archivo. De su experiencia sobrevive, sin embargo, el perfil del sótano. Del sótano que nadie, ni los bienaventurados liberales, ha conseguido cerrar todavía.

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