El examen del dividendo

Hay una inspección parcial que suele ser problemática y generar tensiones. "Es la de cierre del ejercicio, que en realidad no puede calificarse de inspección como tal sino de cambio de impresiones entre la inspección y el equipo de gestión de la entidad en cuestión", dice Luis Javier Rodríguez.Cuando se acerca el final del ejercicio, y en especial en años en los que las necesidades de provisiones son muy elevadas, como viene ocurriendo en los dos últimos, la tendencia de las autoridades supervisoras es recomendar que se hagan las mayores provisiones posibles, mientras que en los bancos se suel...

Hay una inspección parcial que suele ser problemática y generar tensiones. "Es la de cierre del ejercicio, que en realidad no puede calificarse de inspección como tal sino de cambio de impresiones entre la inspección y el equipo de gestión de la entidad en cuestión", dice Luis Javier Rodríguez.Cuando se acerca el final del ejercicio, y en especial en años en los que las necesidades de provisiones son muy elevadas, como viene ocurriendo en los dos últimos, la tendencia de las autoridades supervisoras es recomendar que se hagan las mayores provisiones posibles, mientras que en los bancos se suele tender a minimizar esas necesidades para poder publicar un mayor crecimiento de los resultados y, por tanto, ofrecer un mayor dividendo a los accionistas.

Es el continuo tira y afloja entre los gestores y los supervisores, que en los últimos tiempos parece decantarse a favor de éstos, dado el escaso crecimiento de los dividendos que se vienen produciendo y el aumento de las provisiones que se realizan en el último trimestre del año. Y no sólo por motivos de clasificación contable a fin de año.

De hecho, el Banco de España ha pedido a bancos y cajas, a la luz de lo que tendrán que destinar el próximo año a provisiones, que apunten con cargo a 1993 todo lo que puedan, ya que en el pasado ejercicio se obtuvieron beneficios atípicos que no se van a repetir este año.