Ni un camión
Barcelona
Los vehículos industriales sufren peor parte de la recesión. No e venden camiones ni furgoneas, por el desmoronamiento de i inversión. Los resultados halan por sí solos. En algunos segmentos del mercado de vehículos industriales, como derivados de turismos, autobuses y camiones furgonetas, la caída de las venas en los últimos tres años ha llegado al 75%, según la patronal el sector ANFAC. Una caída muy superior al 25% de descenso en las ventas de coches.
El año 1993, según los diversos expertos consultados, debe ser el punto de inflexión de un proceso recesivo que c...
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Barcelona
Los vehículos industriales sufren peor parte de la recesión. No e venden camiones ni furgoneas, por el desmoronamiento de i inversión. Los resultados halan por sí solos. En algunos segmentos del mercado de vehículos industriales, como derivados de turismos, autobuses y camiones furgonetas, la caída de las venas en los últimos tres años ha llegado al 75%, según la patronal el sector ANFAC. Una caída muy superior al 25% de descenso en las ventas de coches.
El año 1993, según los diversos expertos consultados, debe ser el punto de inflexión de un proceso recesivo que comenzó al iniciarse la década. El año pasado se matricularon en España 6.668 camiones, un 49% menos que el año anterior.
Según el director general de la ANFAC, Enrique Fernández Laguilhoac, la recesión alcanza de lleno "a los bienes de equipo, debido a la caída de la inversión".
El año pasado también tuvo tonos oscuros para los trabajadores. Han vivido la situación laboral más dura de los últimos años. Una cascada de regulaciones de empleo y de jubilaciones anticipadas se ha aplicado en las principales factorías españolas: Iveco-Pegaso, Nissan y Mercedes.
Iveco-Pegaso, controlada por el grupo italiano Fiat y con unas pérdidas para 1993 de 27.000 millones de pesetas, es la más representativa del sector de camiones en España. La empresa inició el año con una plantilla de 4.700 personas. En octubre, la dirección de la compañía y los sindicatos llegaron a un acuerdo para la reducción de 1.200 empleos. Las causa era clara: afrontar "la desfavorable coyuntura del mercado de vehículos industriales en España". Iveco tiene plantas en Barcelona, Valladolid y Mataró.
Mercedes, con fábricas en Vitoria y Barcelona, también sufre la crisis. El año pasado redujo 200 empleos.