El juez procesa por detención ilegal a los dos acusados por el secuestro de Olot

El juez de Olot, Santiago Pinsach, ha procesado por un delito de detención ilegal a Joan Casals y Xavier Bassa, encarcelados desde el pasado 31 de octubre por su supuesta implicación en la desaparición de la farmacéutica de Olot, Maria Ángels Feliu, cuyo paradero se ignora desde el 20 de noviembre de 1992. El procesamiento implica que el juez dispone de indicios criminales, pese a que está pendiente el resultado de varias pruebas periciales.La acusación incluye el agravante de no haber facilitado información sobre el paradero de la secuestrada o no haber acreditado el haberla liberado, lo cual...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El juez de Olot, Santiago Pinsach, ha procesado por un delito de detención ilegal a Joan Casals y Xavier Bassa, encarcelados desde el pasado 31 de octubre por su supuesta implicación en la desaparición de la farmacéutica de Olot, Maria Ángels Feliu, cuyo paradero se ignora desde el 20 de noviembre de 1992. El procesamiento implica que el juez dispone de indicios criminales, pese a que está pendiente el resultado de varias pruebas periciales.La acusación incluye el agravante de no haber facilitado información sobre el paradero de la secuestrada o no haber acreditado el haberla liberado, lo cual supondrá el equivalente a una condena por asesinato en el caso de que sean hallados culpables. El juez acusa también a los dos detenidos de un delito de. tráfico de cocaína.

Casals y Bassa fueron delatados por Francisco Evangelista, un ex socio suyo, quien les acusó del secuestro y asesinato de la farmacéutica. Otro confidente, apodado el Africano, avaló parte de la versión de Evangelista.

El auto de procesamiento se ha dictado cuando aún se está a la espera de conocer el resultado de diversas pruebas periciales, como las que deben aclarar si la letra de Xavier Bassa se corresponde con la que figura en el sobre recibido por la familia Feliu con una cinta grabada.

Otra prueba pendiente es la del ADN. Bassa se negó inicialmente a someterse a esta prueba, pero hace unos días reconsidera su decisión. La prueba debe confirmar si el material genético de Bassa se corresponde con el de los cabellos encontrados en el coche de la secuestrada y la saliva con que se cerró el sobre.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En