Israel y el Vaticano firmarán un histórico acuerdo sobre sus relaciones diplomáticas

El Vaticano e Israel, tras casi año y medio de negociaciones secretas, firmarán mañana en Jerusalén un histórico acuerdo sobre los principios que regirán sus relaciones diplomáticas. La Santa Sede ha tardado en normalizar sus contactos con Israel debido a la situación del pueblo palestino, al futuro de Jerusalén y al estatuto de las instituciones católicas en ese país.

El acuerdo de principio es calificado por algunos como una reconciliación del pueblo judío con la Iglesia católica, que durante siglos le calificó de pueblo deicida. Consta de 16 cláusulas, una de ellas secreta, qu...

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El Vaticano e Israel, tras casi año y medio de negociaciones secretas, firmarán mañana en Jerusalén un histórico acuerdo sobre los principios que regirán sus relaciones diplomáticas. La Santa Sede ha tardado en normalizar sus contactos con Israel debido a la situación del pueblo palestino, al futuro de Jerusalén y al estatuto de las instituciones católicas en ese país.

El acuerdo de principio es calificado por algunos como una reconciliación del pueblo judío con la Iglesia católica, que durante siglos le calificó de pueblo deicida. Consta de 16 cláusulas, una de ellas secreta, que comprometen a las dos partes a establecer relaciones diplomáticas plenas el 1 de junio de 1994, según publicó el diario israelí Iediot Ajronot. No obstante, los expertos consideran que el acuerdo no cambiará la actitud de la Iglesia católica repecto a Israel.El viceministro israelí de Exteriores, Yosi Beilin, que firmará el acuerdo por parte israelí, viaja hoy a Roma para celebrar una reunión plenaria con los negociadores vaticanos. Por parte del Vaticano, el acuerdo será firmado por Claudio María Celli, subsecretario vaticano de Asuntos Exteriores.

Desde 1985, la Santa Sede ha venido subrayando que los obstáculos para el establecimiento de relaciones diplomáticas con Israel no son de naturaleza religiosa con lo que venía a confirmar el abandono de sus reservas con respecto al judaísmo. Ahora, las relaciones con el Estado de Israel a juicio de la Santa Sede, deben ser consideradas "en la óptica de los principios del derecho internacional".

Tales principios eran claramente violados a los ojos de la Iglesia. El trato dado por Israel a los palestinos y la ocupación de sus territorios eran inaceptables y, para Roma, la causa principal. de la crisis. La Santa Sede tiene como principio reconocer a un Estado cuando su territorio no está en litigio y tiene fronteras seguras y reconocidas. Este principo ha tenido una excepción en el caso de Croacia, país reconocido por el Vaticano en 1992.

El reconocimiento de Israel por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el proceso de paz israelo-palestino en curso han influido para que la Santa Sede no se quede atrás en la normalización de sus relaciones con el Estado israelí.

El problema de Jerusalén era otro factor de discordia entre las dos partes. Mientras que Israel reclamaba el reconocimiento de Jerusalén como su capital, la Santa Sede no podía aceptar que la ciudad pasase totalmente a manos de un Estado sin garantías previas sobre el mantenimiento de su carácter religioso. El Vaticano intentaba de este modo salvaguardar el patrimonio sagrado de la ciudad para cristianos, musulmanes y judíos.

La Iglesia católica ha flexibilizado su posición. Ya no pide que Jerusalén sea, de acuerdo con las decisiones de la ONU de 1947, un cuerpo jurídicamente separado respecto a Israel y a un eventual Estado palestino. Hoy reclama para la ciudad santa garantías internacionales que aseguren el pleno ejercicio de las libertades religiosas y el libre acceso a los santuarios.

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