Las Naciones Unidas crean un Alto Comisario de Derechos Humanos
La Asamblea General de las Naciones Unidas, en una reunión celebrada ayer, anunció la creación del puesto de Alto Comisario de la ONU para los Derechos Humanos. La persona que se ocupará de dicho cargo, cuya existencia ha sido objeto de discusión durante los últimos 45 años, se encargará de vigilar la protección de los derechos del hombre en todo el mundo y reaccionar frente a posibles infracciones por parte de los distintos países del mundo.
La resolución fue aprobada por consenso general, sin que fuese necasario someterla al proceso de votación. Su ratificación, que representaba l...
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La Asamblea General de las Naciones Unidas, en una reunión celebrada ayer, anunció la creación del puesto de Alto Comisario de la ONU para los Derechos Humanos. La persona que se ocupará de dicho cargo, cuya existencia ha sido objeto de discusión durante los últimos 45 años, se encargará de vigilar la protección de los derechos del hombre en todo el mundo y reaccionar frente a posibles infracciones por parte de los distintos países del mundo.
La resolución fue aprobada por consenso general, sin que fuese necasario someterla al proceso de votación. Su ratificación, que representaba la culminación de muchos meses de debate intenso en esta asamblea entre los países desarrollados y el, Tercer Mundo, es muy importante para el Gobierno de Bill Clinton, que considera que puede ser un arma importante en su política de derechos humanos.
La embajadora norteamericana en la ONU, Madeleine Albright, se mostró muy satisfecha con la nueva resolución, que calificó como "un hito fundamental para la lucha por los derechos humanos en todo el mundo".
El texto en el que se desarrollan las funciones del Alto Comisario ha sido elaborado de una forma ambigua para permitir que tanto los que se han mostrado en favor de la creación de dicho puesto como los que se han manifestado en contra puedan interpretarlo de la forma que les parezca conveniente.
Es decir, el Gobierno de EEUU entiende el texto como un mandato para que el Alto Comisario pueda intervenir en cualquier país en el que considere que las libertades básicas del ser humano han sido reprimidas. En cambio, los que se han mostrado en contra consideran que tiene que haber ciertas limitaciones a la actuación del Alto Comisario, y que la existencia de ese cargo no puede ser utilizada como una excusa para intervenir en los asuntos internos de los miembros de la ONU.