Un acto de apoyo a Bosnia congrega a intelectuales en la Puerta del Sol

Alrededor de 300 personas se concentraron a las doce de la mañana de ayer en la Puerta del Sol e iniciaron después una marcha hasta la sede del Ministerio de Exteriores, situada en la cercana plaza de Santa Cruz, para mostrar su rechazo a la partición de Bosnia en el día en que se celebraban elecciones al Parlamento Serbio. Al acto, organizado por varias asociaciones de apoyo a Bosnia, se sumaron varios intelectuales, entre ellos Manuel Caballero Bonald, Juan Genovés, Fanny Rubio y Ana Rosseti. Caballero Bonald fue el encargado de leer un comunicado, entregado al término de la concentració...

Alrededor de 300 personas se concentraron a las doce de la mañana de ayer en la Puerta del Sol e iniciaron después una marcha hasta la sede del Ministerio de Exteriores, situada en la cercana plaza de Santa Cruz, para mostrar su rechazo a la partición de Bosnia en el día en que se celebraban elecciones al Parlamento Serbio. Al acto, organizado por varias asociaciones de apoyo a Bosnia, se sumaron varios intelectuales, entre ellos Manuel Caballero Bonald, Juan Genovés, Fanny Rubio y Ana Rosseti. Caballero Bonald fue el encargado de leer un comunicado, entregado al término de la concentración en el Ministerio, en el que se acusaba a los Gobiernos occidentales de practicar "una criminal neutralidad homicida que impide que Bosnia se arme".

Manuel Caballero Bonald, a título personal, afirmó también que en los últimos tiempos los intelectuales europeos han perdido ganas de comprometerse con la realidad, y que un ejemplo de ello es la pasividad con la que se tolera el genocidio del pueblo bosnio. "Ahora hay una moda de la abstención, y en esta guerra hay unos culpables muy claros, a los que es preciso señalar y parar, incluso con la fuerza: los líderes serbios ultranacionalistas", denunció.

En la concentración se corearon frases de apoyo a Bosnia, en contra de la neutralidad y de la posición del Gobierno español. Uno de los organizadores, Luis Rodríguez, afirmó que la marcha respondía "a un intento de que la gente se dé cuenta de que esto es una guerra de buenos y malos y de que la neutralidad es inadmisible".