La niebla retiene los humos y hace el aire irrespirable
La densa niebla y la calma chicha colocaron ayer una boina gris sobre la ciudad e hicieron el aire de Madrid irrespirable. Las estaciones de detección de contaminantes registraron índices muy elevados de dióxido de azufre (SO2) y de partículas en suspensión en casi toda la almendra central de la ciudad. Los niveles de dióxido de azufre alcanzaron el nivel más alto en la glorieta de Cuatro Caminos (265 microgramos por metro cúbico de aire) y la plaza del doctor Marañón batió la marca en partículas en suspensión.De las 23 estaciones en funcionamiento, 11 registraron una contaminación alta; cinco...
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La densa niebla y la calma chicha colocaron ayer una boina gris sobre la ciudad e hicieron el aire de Madrid irrespirable. Las estaciones de detección de contaminantes registraron índices muy elevados de dióxido de azufre (SO2) y de partículas en suspensión en casi toda la almendra central de la ciudad. Los niveles de dióxido de azufre alcanzaron el nivel más alto en la glorieta de Cuatro Caminos (265 microgramos por metro cúbico de aire) y la plaza del doctor Marañón batió la marca en partículas en suspensión.De las 23 estaciones en funcionamiento, 11 registraron una contaminación alta; cinco, niveles medios y sólo siete (todas en la periferia de la ciudad) se quedaron en niveles bajos de contaminación.
Las ordenanzas del Ayuntamiento establecen que se declarará la alerta atmosférica (con restricciones al tráfico y al encendido de calefacciones) cuando el S02 supere una media diaria de 200 microgramos en toda la red (ayer fue de 117) o de 350 en una estación. Las luces rojas de alarma se disparan también cuando las partículas en suspensión superan los 150 microgramos de media en toda la red (el viernes llegaron a 124) o si rebasan los 300 en una sola estación.
El 22 de enero de este año el alcalde, José María Álvarez del Manzano, decretó la alarma preventiva y prohibió aparcar en 20 kilómetros de calles cuando los indicadores de la contaminación marcaron una media diaria de 267 microgramos de S02 en una estación de control, la de la plaza del doctor Marañón.