"Rusia camina hacia una dictadura militar"

Dzhojar Dudáyev, presidente de Chechenia desde 1991, es un personaje legendario para su pueblo: el único checheno que logró tener el grado de general en el Ejército soviético. Nacido hace 49 años en una pequeña aldea montañesa de Chechenia, antes de cumplir el año tuvo que recorrer con su familia el penoso camino del destierro a Kazajstán.Después consiguió estudiar en una escuela militar y sirvió en las Fuerzas Armadas soviéticas hasta 1990, cuando con el grado de general mayor de Aviación se retiró para dedicarse de lleno a la política. Ese mismo año fue elegido presidente del Congreso del Pu...

Dzhojar Dudáyev, presidente de Chechenia desde 1991, es un personaje legendario para su pueblo: el único checheno que logró tener el grado de general en el Ejército soviético. Nacido hace 49 años en una pequeña aldea montañesa de Chechenia, antes de cumplir el año tuvo que recorrer con su familia el penoso camino del destierro a Kazajstán.Después consiguió estudiar en una escuela militar y sirvió en las Fuerzas Armadas soviéticas hasta 1990, cuando con el grado de general mayor de Aviación se retiró para dedicarse de lleno a la política. Ese mismo año fue elegido presidente del Congreso del Pueblo Checheno y al. siguiente primer presidente de la república.

Dzhojar Dudáyev es hoy el único poder en Chechenia: después de una serie de enfrentamientos que casi desencadenaron una guerra civil, el Parlamento ha sido disuelto al igual que la asamblea municipal capitalina. Los enemigos de la política del general rebelde han huido de la república y los diarios de la oposición han sido clausurados. La redacción del último periódico opositor, Justicia, fue asaltada la semana pasada por los partidarios del presidente por publicar los planes de un Gobierno en el exilio que encabeza un ex vicepremier ministro, y también ha tenido que cerrar.

Dudáyev recibió a EL PAÍS inmediatamente después de la presentación del libro El difícil camino hacia la libertad, que se prolongó durante cuatro horas, pero no mostraba ningún síntoma de agotamiento, lo que demuestra su buen estado físico. Maestro de lucha libre, Dudáyev practica kárate y a veces aparece por la televisión local haciendo demostraciones de este arte marcial oriental.

El proyecto de Constitución que el presidente ruso, Borís Yeltsin, somete a referéndum el próximo domingo "no es una Constitución, sino el reglamento de un campo de concentración", dice Dzhojar Dudáyev. "A juzgar por sus acciones, Rusia no desea tener relaciones basadas en la legalidad ni con otros pueblos ni siquiera en el interior de su propio Estado. Hoy la dirección rusa ha mostrado claramente sus intenciones: reforzar el imperio y su nuevo régimen totalitario", afirma el general, quien confiesa que después de que Yeltsin derrotara al Parlamento albergó una débil esperanza de que las relaciones con Moscú se podrían normalizar. Pero su esperanza se esfumó en cuanto vio la luz el texto de la nueva Ley Fundamental, que de hecho anula el Tratado de la Federación e incluye a Chechenia como parte de ,Rusia.

Las próximas elecciones parlamentarias rusas para Dudáyev son una "farsa,, y piensa que Rusia "camina hacia un duro régimen totalitario, hacia una dictadura militar que se impondrá por la fuerza".

La dificultades económicas por las que actualmente atraviesa Chechenia tienen, según su presidente, dos causas: una es la herencia recibida de la época soviética -la república registraba los peores índices económicos y el primer lugar en mortalidad infa7ntil y enfermedades- La otra, el bloqueo ruso y "los actos terroristas orquestados desde Moscú". Entre estos últimos cita las explosiones que en noviembre dejaron sin electricidad y calefacción a varias regiones.

Reformas para ladrones

Dudáyev rechaza las críticas que se le hacen por no haber comenzado las reformas económicas de inmediato y sostiene que las realizadas en Rusia son "reformas para ladrones con el fin de robar al pueblo". "Si no defendemos a los desposeídos y a los inválidos y autorizamos a los otros para que se enriquezcan y condenamos a las capas mencionadas a la pobreza, entonces no somos un Estado, sino ladrones comunes. Eso es lo que exigen de nosotros, que hagamos lo que hace Rusia y otras repúblicas de la antigua Unión Soviética. Pero no adoptaremos ese programa", explica.

La oposición a su régimen, dice, actúa con métodos ilegales y es apoyada por el imperialismo ruso. Es en Moscú, en el Kremlin, donde se urden los actos de sabotaje que luego se realizan en Chechenia, afirma. Y justifica plenamente la clausura de periódicos que publican "materiales prohibidos o las noticias de un gobierno clandestino". En Chechenia no existe una oposición normal, según el presidente, sino una que "es pagada y armada por Moscú".

Dudáyev ha introducido cambios en la vida chechena para satisfacer las demandas de los líderes espirituales musulmanes. Por ejemplo, en Chechenia los domingos ya no son festivos, pero los viernes sí. Con estas modificaciones Dudáyev persigue fines políticos más que religiosos. "Cuando tienes la responsabilidad del destino de la nación, debes mirar las realidades de frente. Para nosotros lo principal es la independencia. Sólo en ella vemos nuestra vida. Y para defender nuestra independecia, estoy dispuesto a ir por cualquier camino. Si existe una amenaza contra la independencia del pueblo checheno, basándome en la religión debo preparar la resistencia y poder instaurar en pocas horas un Estado Islámico para dar al pueblo una fuerza unificadora, donde el Corán hará de Constitución y el Shariat de ley", concluye Dudáyev.