Industria y las eléctricas pactan un nuevo intercambio de activos entre las empresas

El Ministerio de Industria y Energía y las compañías eléctricas consagraron ayer un nuevo marco regulador del sector. Las principales directrices de este marco son el intercambio de activos entre las empresas y la supresión de la singularidad de la que gozaba la empresa pública ENDESA. En opinión del ministro Juan Manuel Eguiagaray, el sistema es compatible con la contención de la tarifa, que en 1994 no subirá más de la inflación prevista, un 3,5%. Asímismo, el ministro ha pactado con las eléctricas una política de contención de los dividendos.

El nuevo marco legal del sector eléctric...

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El Ministerio de Industria y Energía y las compañías eléctricas consagraron ayer un nuevo marco regulador del sector. Las principales directrices de este marco son el intercambio de activos entre las empresas y la supresión de la singularidad de la que gozaba la empresa pública ENDESA. En opinión del ministro Juan Manuel Eguiagaray, el sistema es compatible con la contención de la tarifa, que en 1994 no subirá más de la inflación prevista, un 3,5%. Asímismo, el ministro ha pactado con las eléctricas una política de contención de los dividendos.

El nuevo marco legal del sector eléctrico, que fue aprobado ayer por la Comisión Delegada para Asuntos Económicos del Gobierno, se sigue basando en el reconocimiento de unos costes estándares de las inversiones realizadas para producir electricidad.Este nuevo marco sustituye al instaurado en 1987 que permitió la estabilidad financiera en el sector y que las tarifas se revisasen anualmente según unos criterios objetivos basados en el valor de los activos productivos.

Sin embargo, ese marco daba ciertos privilegios a ENDESA, fuertemente criticados por las otras eléctricas, y que ahora desaparecen. La singularidad de ENDESA procedía de su condición de comprador en los intercambios de activos realizados en la ordenación de 1985. Desde entonces, ENDESA ha recibido anualmente una retribución de las otras eléctricas equivalente al 1,38% de la valoración de los activos que se intercambiaron, lo que, en cifras de 1992, son 55.000 millones de pesetas. A partir de ahora, esa cantidad se repartirá entre todas las empresas que en 1985 adquirieron activos de forma proporcional. ENDESA recibirá en torno al 69% y el resto se repartirá entre Iberdrola, Sevillana (en la que ENDESA tiene el 34%) e Hidrocantábrico.

Precisamente estas empresas -a excepción de Sevillana- van a volver a ser compradoras en la nueva fase de intercambio de activos que se pactó ayer. Este intercambio, contemplado en parte en el acuerdo entre Iberdrola y ENDESA, consta de los siguientes puntos: ENDESA adquiere a Iberdrola los activos hidráulicos y térmicos de Hidruña, que pasan a una filial. Hidruña se queda con el 15% de Ascó 2.

ENDESA, a través de su filial ERZ, adquiere activos de Iberdrola en el Pirineo aragonés y la totalidad de los activos de transporte, transformación y distribución de Iberdrola en Aragón.

ENDESA adquiere la participación de Iberdrola en FECSA.

ENDESA adquiere a Unión Fenosa una participación equivalente al 2,5% de la nuclear de Trillo en la central térmica de Anllares (León).

Iberdrola compra el 2,5% de Trillo a Unión Fenosa.

Hidrocantábrico compra el 7% de Trillo a Unión Fenosa.

Hidrocantábrico y Unión Fenosa crean una sociedad al 50% para explotar el mercado de León, lo que en la práctica supone que Hidrocantábrico compra el 50% de ese mercado a Fenosa.

Unión Fenosa pone a disposición de Hidrocantábrico el 7,5% que tiene en esta empresa.

ENECO (50% Sevillana y 50% ENDESA) adquiere un 25% de Guadisa a Sevillana y otro 25% a Iberdrola. Asimismo, compra la central de Puertollano e integrará las futuras centrales del sur de Andalucía desarrolladas entre ENDESA y Sevillana. En la práctica, esta empresa pasa a convertirse en distribuidora.

El nuevo marco también incluye el tratamiento de la diferencia de cambio para amparar a las eléctricas ante posibles devaluaciones. También diferencia los costes de generación de los de distribución, de manera que abre el camino a la futura separación de estas actividades en las empresas que se recoge en el anteproyecto de ley eléctrica.

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