Los trabajadores del Metro pasan más del 60% de su jornada laboral sin hacer nada

Las conclusiones de las auditorías encargadas para conocer el funcionamiento del Metro (5.800 trabajadores) y de la Empresa Municipal de Transportes (6.270) han resultado demoledoras. Los empleados del suburbano dedican el 63% de su jornada en tareas no productivas. Y sus mandos intermedios están desocupados el 66% de sus horas laborales. La consecuencia de este tiempo disponible es que, sencillamente, se pierde. En el Metro, y algo menos en la EMT, se observa una mala organización de los recursos. Las auditorias fueron entregadas ayer a los consejeros del Consorcio Regional de Transportes. Al...

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Las conclusiones de las auditorías encargadas para conocer el funcionamiento del Metro (5.800 trabajadores) y de la Empresa Municipal de Transportes (6.270) han resultado demoledoras. Los empleados del suburbano dedican el 63% de su jornada en tareas no productivas. Y sus mandos intermedios están desocupados el 66% de sus horas laborales. La consecuencia de este tiempo disponible es que, sencillamente, se pierde. En el Metro, y algo menos en la EMT, se observa una mala organización de los recursos. Las auditorias fueron entregadas ayer a los consejeros del Consorcio Regional de Transportes. Algunos cuestionaron la gestión de los responsables de estas empresas públicas.

La auditoría sobre la salud del Metro, efectuada por la empresa Proudfoot PLC el pasado verano para el Consorcio Regional de Transportes, expresa en su resumen: "Hemos identificado un exceso significativo de recursos en todas las áreas de la organización. Muchos de estos recursos están infrautilizados y sobredimensionados".El argumento siguiente es contundente: "Este exceso de recursos crea una amortiguación entre los problemas del día a día y los niveles de dirección, haciendo muy difícil para ellos identificarlos y actuar en consecuencia para su resolución. De esta forma, se entra en un círculo vicioso, ya que si los problemas no son resueltos tienden a aumentar su intensidad y su impacto en la organización".

Los auditores del Metro han encontrado también que "la estructura de la organización es muy complicada y pesada, dando la impresión de que los puestos han sido creados para acomodar a las personas a lo largo de los años, en vez de ser creados para gestionar los procesos y recursos según un sistema operativo".

El 66% de una jornada laboral de un mando intermedio del Metro se consume en situación de disponible, tareas de supervisión pasiva y, en un bajo porcentaje, en traslados. El 34% restante lo dedican a algo productivo. Los mandos, sin embargo, piensan que producen un 63% de su jornada y sólo admiten un 37% de sus horas laborales como disponibles. Dicen que les gustaría trabajar el 74% y estar libres el 26%.

Tareas de almacén

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Por áreas, es llamativo el caso de los mandos intermedios de recursos humanos, que están desocupados el 75% de su tiempo laboral y el 25% restante lo llenan de funciones administrativas. Entre los empleados, permanecen en tareas. productivas el 37% de la jornada, y el otro 63% lo pasan fuera de su área, trasladándose o disponibles. Los únicos que superan la mitad de su jornada en trabajos productivos son los destinados en los almacenes. La auditoría reseña que las causas de este alto porcentaje de disponibilidad entre los trabajadores del Metro son en un 45% por perder el tiempo, en un 33% por falta de asignación, y luego por carencia de materiales (7%), trabajo duplicado (5%), mala información (5%) o nulas habilidades (5%).

Sobre la efectividad de los recursos, el estudio precisa que el 59% del personal de las estaciones cumple con sus obligaciones, y que hace lo mismo el 56% de los trabajadores en los trenes. El resto no cumple.

También se refleja una comparación de los costes de mantenimiento de las escaleras mecánicas de las estaciones. Los trabajos realizados por personal del Metro son un 52% más caros que los subcontratados a la empresa Thyssen Boetticher.

La auditoría de gestión de la EMT se adjudicó a la consultora Ineco y se culminó en septiembre. Las conclusiones, en este caso, son más benévolas.

Entre las mejoras que se plantean, por ejemplo, para la unidad móvil se relatan: "Se ha identificado un exceso de recursos, en muchos casos infrautilizados y sobredimensionados; las instalaciones para el mantenimiento de los vehículos están sobredimensionadas para las necesidades del parque; la mano de obra no posee la adecuada formación; existe una cobertura informatizada no optimizada por ser de reciente implantación; los jefes de equipo y mandos intermedios dedican entre un 15% y un 20% de su tiempo a introducir datos en el sistema informático...".

La auditoría específica que el número de conductores (4.130) está bien calculado pero critica otros aspectos del reparto de la plantilla. Por ejemplo, el hecho de que por la noche, cuando están casi todos los coches en el parque, sea cuando haya menos personal de mantenimiento. Y se calcula en un 25% la reducción necesaria entre los 718 agentes no vinculados a la conducción.

El Consorcio de Transportes ha requerido medidas correctoras de inmediato.

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