El estallido social

La crisis de KIO en España ha tenido repercusiones de todo tipo: económicas, políticas, judiciales y sociales. En el Grupo Ercros, y más llamativamente en su negocio de fertilizantes (FESA-Enfersa), ha sido donde más se ha notado ese malestar social. Un malestar que ha conllevado encierros, huelgas de hambre, el semiasalto a la Asamblea de la Comunidad de Murcia, cortes de carreteras, horas y horas de huelgas y un largo etcétera de protestas de todo tipo. 10.000 empleos siguen en juego.En su origen, Ercros es el grupo químico resultante de la fusión de las antiguas Explosivos de Rio Tinto y Cr...

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La crisis de KIO en España ha tenido repercusiones de todo tipo: económicas, políticas, judiciales y sociales. En el Grupo Ercros, y más llamativamente en su negocio de fertilizantes (FESA-Enfersa), ha sido donde más se ha notado ese malestar social. Un malestar que ha conllevado encierros, huelgas de hambre, el semiasalto a la Asamblea de la Comunidad de Murcia, cortes de carreteras, horas y horas de huelgas y un largo etcétera de protestas de todo tipo. 10.000 empleos siguen en juego.En su origen, Ercros es el grupo químico resultante de la fusión de las antiguas Explosivos de Rio Tinto y Cros. De esa unión nacieron un elevado número de empresas separadas en divisiones y en filiales. Dentro de esa estructura, los tres ejes fundamentales descansaban sobre el grupo de fertilizantes FESA-Enfersa, Unión Española de Explosivos (UEE) y Rio Tinto Minera.

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Este amplio grupo de empresas, que llegó a facturar más de 215.000 millones de pesetas, fue el primer gran aviso de los problemas de KIO. En julio de 1992, la matriz de la estructura supendió pagos, con un pasivo de casi 43.000 millones de pesetas, de los que unos 7.000 millones correspondían a deudas contraídas por el propio Grupo Torras. Y todo fue cayendo, como si de un castillo de naipes se tratara. Suspensiones de pagos y ventas se sucedieron una tras otra, incluidos los tres pilares del grupo.

FESA-Enfersa, debido a los problemas sociales y a la crisis del propio sector de fertilizantes en todo el mundo, tuvo y sigue teniendo las mayores dificultades. Su supensión de pagos, que coincidió en el día con la de Ercros, la levantó el pasado mes de junio, lo que supuso el primer paso para desbloquear sus problemas. Esta. decisión provocó que, a finales. de agosto, Ercros y la empresa estadounidense Freeport MacMoran firmaran un acuerdo en virtud del cual esta última se encargaría de la gestión del grupo de fertilizantes durante un año a través de una empresa denominada Fertiberia.

Al término de ese periodo, si Freeport ve perspectivas de rentabilidad en Fertiberia, tiene el compromiso de adquirirla total o parcialmente. Si se diera la segunda opción, posiblemente sería la marroquí Office Cherifien des Phospliates (OCP) su socio comprador.

Freeport también ha intervenido en la solución de otra de las empresas claves del Grupo Ercros, Rio Tinto Minera. En esta ocasión, la compra fue definitiva y por el 65% de la compañía. El camino de la venta también fue el elegido para la Unión Española de Explosivos (UEE). En este caso, el comprador fue un Pallas Invest, un fondo de inversión europeo encargado del manejo del dinero de instituciones financieras, principalmente. Esta operación está condicionada a la refinanciación de la deuda de UEE, cifrada en unos 3.200 millones de pesetas. Sus principales acreedores son el Banco Exterior, el Central Hispano y Barclays. Una vez solucionado este extremo, Pallas Invest realizará una inversión en forma de ampliación de capital por valor de 1.200 millones de pesetas.

Otras empresas

Ya al margen del Grupo Ercros, el recurso a la venta también ha sido frecuentemente utilizado en otras empresas españolas de KIO. El 40% que tenía de Beta Capital fue vendido a los accionistas que ya poseían el 60% restante unos días antes de la suspensión de pagos del Grupo Torras.La aseguradora Amaya tuvo el mismo destino. El 55% que poseían los kuwaítíes fue a parar al grupo suizo Benner Vaudoise, propietario del 45% restante. El 50% de Erpo fue vendido el pasado mes de abril aun grupo de 110 trabajadores, que se asociaron en una compañía llamada Gestión y Proyección.

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