El origen

El actual Grupo Torras tuvo su embrión en el sector papelero. La primera incursión industrial de KIO en España fue en Inpacsa, empresa radicada en Balaguer (Lérida). Después adquirió Torras Hostench y sentó los cimientos para el futuro grupo. Hoy, la actividad papelera se concentra en Torraspapel, una de las pocas empresas que, a pesar de haber atravesado una delicada situación, no suspendió pagos. El grupo Torras mantuvo contactos con la estadounidense International Paper y otras empresas para su venta, pero tras las primeras escaramuzas prefirió abordar un plan de reestructuración que permit...

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El actual Grupo Torras tuvo su embrión en el sector papelero. La primera incursión industrial de KIO en España fue en Inpacsa, empresa radicada en Balaguer (Lérida). Después adquirió Torras Hostench y sentó los cimientos para el futuro grupo. Hoy, la actividad papelera se concentra en Torraspapel, una de las pocas empresas que, a pesar de haber atravesado una delicada situación, no suspendió pagos. El grupo Torras mantuvo contactos con la estadounidense International Paper y otras empresas para su venta, pero tras las primeras escaramuzas prefirió abordar un plan de reestructuración que permita vender mejor.Hasta el inicio de la crisis, Torraspapel estaba formada por cinco sociedades principales: La propia Torraspapel, Sarrió Papel, Celupal, Intermills y Celulosas de las Ardenas. También contaba con el 22% de Eppic, controlada por la firma irlandesa Smurffit en la que estaba integrada la antigua Inpacsa. La facturación global superaba los 100.000 millones en 1992 y la 1 plantilla, los 6.000 trabajadores. La deuda (de 75.000 millones en 1992, sin contar con los 23.500 que tenía con el propio Grupo Torras) y los altos costes financieros (8.000 millones de intereses en el mismo ejercicio) ahogaban a la empresa, por lo que el nuevo equipo gestor de Torraspapel abordó un plan de reestructuración consistente en reducir la deuda, los costes financieros, los costes salariales y el equipo directivo.

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Con la venta de Celulosas de las Ardenas a un grupo de bancos belgas y al Estado valón, redujo su deuda consolidada en 50.000 millones. Asímismo, el Grupo Torras decidió capitalizar préstamos concedidos a su filial papelera mediante la emisión de acciones nuevas, al tiempo que los demás acreedores aceptaban refinanciar su deuda y apoyar el plan de viabilidad. La capitalización supuso que Torras elevara su participación a casi el 99%. Mientras tanto, Intermills y Eppic han presentado quiebra. Ahora, la deuda se ha quedado en tomo a los 20.000 millones y la plantilla del grupo se ha reducido a 3.900 trabajadores repartidos en nueve fábricas.

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