Cartas al director

Sensibilidad con los más débiles

A la vista del pie de foto que como comentario a una manifestación contra la tortura a los animales publicaba el suplemento Madrid del 4 de octubre, quisiera hacer algunas observaciones (vaya por delante que tengo perro):1. Según parece, cuando una manifestación de funcionarios, estudiantes, padres católicos, gays o mineros del Bierzo se topa con un vagabundo, sus integrantes suspenden inmediatamente sus reivindicaciones para solidarizarse con el indigente.

2. Por supuesto que me siento avergonzado de la miseria en que vive la mayor parte de la humanidad: entre otras razon...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

A la vista del pie de foto que como comentario a una manifestación contra la tortura a los animales publicaba el suplemento Madrid del 4 de octubre, quisiera hacer algunas observaciones (vaya por delante que tengo perro):1. Según parece, cuando una manifestación de funcionarios, estudiantes, padres católicos, gays o mineros del Bierzo se topa con un vagabundo, sus integrantes suspenden inmediatamente sus reivindicaciones para solidarizarse con el indigente.

2. Por supuesto que me siento avergonzado de la miseria en que vive la mayor parte de la humanidad: entre otras razones, porque mientras ellos mueren de hambre yo hago todo lo posible por consumir esos productos tan inútiles como caros que me ofrecen los anuncios de su diario. De eso sí me avergüenzo, no de compartir mi vida con un animal.

3. Tener sensibilidad con los animales no es sino parte de la sensibilidad que me producen los más débiles. Tengo muy claras mis prioridades a este respecto, por lo que no puedo eludir cierto malestar cercano a la hartura cada vez que se me incluye en el mismo saco que a B. B., Ágatha Ruiz de la Prada o el hortera que se gasta 200.000 pesetas en un chow-chow (suele ser el mismo que paga diez millones por un tropecientas mil válvulas, sin que en ese caso nadie se rasgue las vestiduras).

4. Parecido malestar siento cuando, una vez dentro de ese saco, se me coloca el marchamo de amante de los animales. Y es que mis amantes los busco en el género humano. Aún no me ha dado por la zoofilia.-

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En