Los sindicatos cierran sin acuerdo el pacto por el empleo

El Gobierno admite "un tercio" de responsabilidad por el fracaso y dice que la salida de la crisis será más difícil

"El pacto por el empleo ha terminado con un profundo desacuerdo y es absolutamente irrecuperable" sentenció ayer Nicolás Redondo, secretario general de UGT, tras la reunión plenaria con el Gobierno y la patronal CEOE que pretendía abrir la segunda fase de estas negociaciones. Antonio Gutiérrez, secretario general de Comisiones Obreras, dio por cerrado el pacto en términos similares: "No podemos participar de ningún engaño" dijo, y responsabilizó del fracaso a la "intransigencia del Gobierno", porque no "está dispuesto a garantizar la creación de empleo más allá de las medidas pactadas con los ...

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"El pacto por el empleo ha terminado con un profundo desacuerdo y es absolutamente irrecuperable" sentenció ayer Nicolás Redondo, secretario general de UGT, tras la reunión plenaria con el Gobierno y la patronal CEOE que pretendía abrir la segunda fase de estas negociaciones. Antonio Gutiérrez, secretario general de Comisiones Obreras, dio por cerrado el pacto en términos similares: "No podemos participar de ningún engaño" dijo, y responsabilizó del fracaso a la "intransigencia del Gobierno", porque no "está dispuesto a garantizar la creación de empleo más allá de las medidas pactadas con los catalanes y que son simplemente desfiscalización de rentas empresariales". Los ministros de Economía y Trabajo, Pedro Solbes y José Antonio Griñán, advirtieron que sin un pacto social será más dificil la salida de la crisis, tras asumir "el tercio de responsabilidad" que creen les corresponde por el fracaso del diálogo.

Él final de las negociaciones del denominado pacto social por el empleo no impide, según subrayaron los sindicatos, seguir discutiendo tanto la política salarial como la reforma del mercado de trabajo. Las centrales van a negociarlos, pero ya han advertido que el debate limitado a esos dos puntos no lo consideran un acuerdo que genere puestos de trabajo. En cambio, para el Gobierno son "cruciales" y para la patronal CEOE "realmente importantes para el empleo"."No somos excesivamente optimistas respecto al futuro", subrayó Redondo. Además, las centrales se plantean la nueva negociación sin fechas. "Si se tiene como propósito buscar el compromiso hay que dar tiempo al tiempo, pero si sólo se intenta cubrir un trámite, eso es bastante rápido", se quejó Apolinar Rodríguez, de UGT. La impresión de que las 17 reuniones de la primera fase del pacto social se han destinado "más a una consulta que a una verdadera negociación" fue una de las críticas más reiteradas por los sindicatos.

José María Cuevas, presidente de la CEOE, comentó que algo así era de esperar. "Ya dijimos que algunos temas son responsabilidad del Parlamento y éstos son, precisamente, los que se han tratado hasta ahora". Cuevas reiteró una opinión ya conocida de la patronal: "Sin menospreciar la importancia de asuntos como el desempleo, los funcionarios o los pensionistas, creemos que influyen muy poco, por no decir nada, en crear empleo".

Por ello, la CEOE propone negociar "de inmediato" la moderación salarial. Según su presidente, si se llega a un acuerdo de rentas a tres años antes del 31 de octubre, la patronal se comprometería a "articular el compromiso de mantenimiento del empleo en 1994 y a marcar límites razonables en los beneficios distribuidos e invertidos". Si hay más demora, dijo, la patronal no puede garantizar nada porque %as empresas ya habrán tomados sus decisiones en octubre y noviembre".

Pacto de rentas

Cuevas no especificó la banda salarial que permitiría tal acuerdo, aunque sí dejó caer que la subida debería ser inferior a la prevista en los presupuestos: un 2,5% de alza en tablas más el 0,9% por deslizamientos (antigüedad y mejoras de categoría).Los dos ministros del Gobierno coincidieron con el representante de la patronal en subrayar que la negociación "relevante" para crear empleo aún no ha empezado. El titular de Economía dijo que "el Gobierno ha hecho una oferta clara". Consiste en seguir negociando el denominado pacto social por el empleo, iniciar "de inmediato" el acuerdo de rentas y la reforma laboral. A cambio, añadió, el Gobierno estaría dispuesto a modificar la cláusula de revisión de las pensiones, a compensar la pérdida de poder adquisitivo que soportarán los funcionarios en 1994 con un acuerdo de tres años de duración y a elaborar, antes de mitad de 1994, una ley de reforma del desempleo "que corrija las incoherencias del sistema actual".

Su compañero de Gabinete, José Antonio Griñán, hizo gala de cierto optimismo al presagiar que el diálogo social va a continuar. "Estoy convencido", dijo, "que los sindicatos van a entrar a negociar el pacto de rentas, porque de ello se pueden producir efectos positivos en el empleo, y estoy seguro que las centrales van a discutir la reforma laboral, la articulación de la negociación colectiva, los incentivos al empleo y la formación profesional, porque también tienen un efecto positivo sobre el empleo". Griñán añadió que "mientras las movilizaciones no se hagan en la mesa, se puede seguir negociando".

De momento la negociación ha quedado suspendida sine die. Los sindicatos quieren trasladar a la sociedad sus razones para la quiebra del diálogo. Gutiérrez lo explicaba anoche así: "Hay que decir a los trabajadores y a la opinión pública que con ausencia de políticas activas y con un desequilibrio injusto en la distribución de los sacrificios no se puede esperar que se cree empleo ni la salida de la crisis".

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