El Gobierno critica la gestión del grupo alemán

El Gobierno realizó ayer una crítica implícita a la gestión realizada en Seat por su actual accionista mayoritario, el Grupo Volkswagen. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros el titular de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, recordó que "en su día el Gobierno hizo un esfuerzo de financiacion importante cuando la empresa estaba hundida y se vendió de una manera ciertamente equilibrada", en referencia a que la actual crisis no es una herencia del pasado sino una consecuencia de las decisiones del actual accionista, informa Anabel Diez. Tras la marcha de Fiat, el Gob...

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El Gobierno realizó ayer una crítica implícita a la gestión realizada en Seat por su actual accionista mayoritario, el Grupo Volkswagen. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros el titular de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, recordó que "en su día el Gobierno hizo un esfuerzo de financiacion importante cuando la empresa estaba hundida y se vendió de una manera ciertamente equilibrada", en referencia a que la actual crisis no es una herencia del pasado sino una consecuencia de las decisiones del actual accionista, informa Anabel Diez. Tras la marcha de Fiat, el Gobierno saneó las finanzas de Seat para facilitar la entrada de VW.El ejecutivo reaccionó con timidez a la crisis de Seat y se limitó a afirmar que "sigue con interés y preocupación el desarrollo de los acontecimientos", en palabras de Pérez Rubalcaba. El ministro de la Presidencia abordó las críticas de poca energía que han recaído sobre el ejecutivo al advertir: "No olviden que estamos ante una empresa privada y ese es el límite de la actuación del Gobierno".

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El ministro señaló que el ejecutivo "trata de conocer los planes de Volkswagen para España" y que con este objetivo su presidente, Ferdinand Piëch, se entrevistará el próximo jueves en Madrid con el ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray, "y posteriormente con el vicepresidente". De esta forma, Rubalcaba vino a descartar un hipotético encuentro entre Piëch y el presidente del Gobierno, Felipe González. Quien también se entrevistará con Piëch el próximo jueves es el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que asistirá al encuentro junto a su consejero de Industria, Antoni Subirá. Pujol ha reiterado su voluntad de intervenir activamente en la crisis.

También el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, puso ayer su granito de arena en favor de una solución pactada al afirmar que la cuantía del cánon que se paga por los terrenos de la Zona Franca -que este consorcio quería aumentar- "no será un problema; esta cuestión se ha de poner en la balanza de las soluciones, y no de los problemas", afirmó. La Zona Franca es un consorcio dependiente del Ayuntamiento de Barcelona, el Gobierno y la Generalitat. El alcalde se reunió ayer con el ex presidente de Seat, Juan Antonio Díaz Álvarez, en un encuentro que había sido programado antes de la crisis.

La nota discordante la aportó el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien afirmó que la crisis de Seat "le va a costar al Estado mucho más que todo el dinero que el que invierte en el PER [Plan de Empleo Rural] para Extremadura".

Nicolás Redondo, secretario general de UGT, por su parte, se declaró en Barcelona partidario de agotar las vías de diálogo y negociación antes de pensar en la convocatoria de movilizaciones generalizadas, aunque no las descartó, informa Efe. Afirmó que los problemas de Seat no solo tienen una gran incidencia en Cataluña, sino en toda España, y recalcó que el sindicalismo es ante todo solidaridad, por lo que "ante un problema como el de Seat será todo el sindicato el que obrará en consecuencia". "Quiero confiar y ser optimista sobre la posibilidad de encontrar una solución, pero todo el mundo conoce la situación de crisis del sector del automóvil".

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