Cartas al director

Cultura suramericana

Lo he pensado, y mucho. Y me parece insultante seguir considerando a Suramérica como la hija subdesarrollada o heredera de la cultura española. A la señora Probst le parecería insultante la consideración de Norteamérica como cultura británica sólo porque comparten la lengua. A nadie se le ocurre hoy considerar a Brasil como cultura portuguesa.Un vistazo a la cultura suramericana de este siglo muestra una personalidad y una madurez que la individualizan perfectamente de cualquier otra cultura.

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Pero es que ...

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Lo he pensado, y mucho. Y me parece insultante seguir considerando a Suramérica como la hija subdesarrollada o heredera de la cultura española. A la señora Probst le parecería insultante la consideración de Norteamérica como cultura británica sólo porque comparten la lengua. A nadie se le ocurre hoy considerar a Brasil como cultura portuguesa.Un vistazo a la cultura suramericana de este siglo muestra una personalidad y una madurez que la individualizan perfectamente de cualquier otra cultura.

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Pero es que encima existe una individualidad por países que hace imposible la generalización. España es un país mediterráneo y rural en busca de identidad en el contexto europeo; para bien o para mal, es el único lugar donde se puede situar a España.

Jamás he considerado, y poca gente aquí lo hace, a una persona emigrada desde Suramérica o Centroamérica como un subproducto ex colonial. Estas personas vienen a España, y también a Francia. Buscan una Europa que se supone defensora de los derechos humanos, huyendo de represiones y crisis feroces. Y sobreviven precisamente gracias a la solidez de su identidad cultural.

Para mí, lo siento, no son hispanos. Son argentinos, mexicanos, uruguayos. Son ciudadanos de pleno derecho visitando mi país, que merecen nuestra hospitalidad, del mismo modo que ellos ofrecieron la suya cuando muchos españoles la necesitaron.

Espero que ese pasado reciente nos ayude a ver el mundo con más respeto, con menos clichés, ya esto no es una feria donde se regatea a ver quién se lleva la mejor influencia cultural. Esto es un mundo de países respetables.

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