La tensión de lectura regional

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"En vacaciones nos vemos obligados a seguir la estela de los lectores", dice Alejandro Echevarría, consejero delegado de Comecosa, grupo editor de El Correo Español de Bilbao y de varios periódicos regionales, "pero aun así, resulta muy difícil para un periódico regional mantener la tensión de lectura del resto del año". "Por otra parte", añade Echevarría, "para hacer más atractivo el periódico aligeramos su contenido y reforzamos la distribución. Muchas veces llegamos tarde porque la infraestructura de transportes de este país deja mucho que desear".Algo parecido sucede en Barcelona. El verano altera el pulso vital de las empresas periodísticas, muchas de las cuales han de variar sus rutas de distribuición para seguir a sus clientes hasta el lugar de descanso estival. Eso ocurre, con especial intensidad, en el litoral de Tarragona, donde los quioscos de, localidades como Salou ofertan la prensa maña El Heraldo de Aragón-, navarra -El Diario de Navarra- o riojana -La Rioja-.

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En Barcelona, la crisis ha hecho que algunos quiosqueros hayan optado este año por mantener las persianas abiertas, informa Montse Martínez. Gregorio, de 24 años, ha visto cómo, en Veranos anteriores, podía hacer el agosto teniendo abierto el quiosco situado en la plaza de Urquinaona, en el centro de Barcelona. "Este año, debido a la crisis económica, no cierran", señala.

En el popular paseo barcelonés de La Rambla, la venta de la prensa internacional compensa el descenso de ventas que se produce con los periódicos nacionales. "La prensa diaria española baja entre un 25% y un 40%, pero, sin embargo, sube la extranjera hasta en un 50%, sobre todo en los periódicos italianos", explican Javier y Alex, ambos de 21 años, y vendedores del quiosco situado al inicio de La Rambla, frente a la popular fuente de Canaletas.

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