Cartas al director

La II Bienal de Arquitectura

Ante todo, agradezco la atención que su diario del día 16 de julio ha prestado a la II Bienal de Arquitectura Española, al dedicarle una página de opinión escrita por mi amigo y compañero Luis Fernández Galiano aún antes de su inauguración. Espero que continúen apareciendo artículos al respecto, de uno u otro signo, para enriquecer el deseado debate.El referido artículo, titulado Bienal a la deriva, contiene algunas inexactitudes que creo conviene aclarar de la forma más objetiva posible.

La primera, destacada bajo el título, afirma que la exposición se ha abierto en Santander. P...

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Ante todo, agradezco la atención que su diario del día 16 de julio ha prestado a la II Bienal de Arquitectura Española, al dedicarle una página de opinión escrita por mi amigo y compañero Luis Fernández Galiano aún antes de su inauguración. Espero que continúen apareciendo artículos al respecto, de uno u otro signo, para enriquecer el deseado debate.El referido artículo, titulado Bienal a la deriva, contiene algunas inexactitudes que creo conviene aclarar de la forma más objetiva posible.

La primera, destacada bajo el título, afirma que la exposición se ha abierto en Santander. Puede haber inducido a error a los que sólo lean los titulares, pues, como luego se dice, lo fue en la Universidad Pontificia de Comillas.

Por otra parte, la Bienal no se inaugura con una "jornada internacional de debate", sino que, según figura en el programa de actividades, las discusiones se han abierto con una "jornada de debate inaugural" celebrada el día 16 de julio, en la que hemos pretendido dilucidar lo que queremos o podemos entender por arquitectura del silencio.

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También quiero aclarar que el escaso y único hilo conductor de la Bienal atribuido por Fernández Galiano a una cierta voluntad de reparto geográfico y tipológico es cuestión que no se ha tenido en cuenta al seleccionar las 36 obras, elegidas entre las 360 presentadas al concurso, por. considerar que podía distorsionar la selección. Sí lo fue en la 1 Bienal, en la que él intervino, y quizá de ahí venga el error.

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En cuanto a la belleza que, dice, "debe efectivamente hallarse muy profunda, porque no es fácil de hallar..." tengo el gusto de invitar a todos ustedes, y especialmente a su colaborador, a visitar la exposición, pues creo que así será más sencillo el encontrarla.

Esperemos que a lo largo del desarrollo de esta II Bienal -concebida como un conjunto coherente de exposición, debates, cursos, encuentros y taller, y cuyo resultado, por tanto, podrá juzgarse mejor cuando acabe- no zozobremos en el océano, aunque no hayamos podido disponer de un piloto tan avezado como mi buen amigo Luis Fernández Galiano, del que prefiero una brújula a un escollo- Director de la II Bienal de Arquitectura Española.

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