Un falso militar se lucraba con el timo de las influencias

Antonio R. L., de 37 años, frecuentaba los locales públicos de Parla haciéndose pasar por sargento del Ejército o teniente coronel, un falso carné de militar y varias armas. Se acodaba en los mostradores y le ofrecía a los clientes de los bares la disposición de sus amistades influyentes para tramitar documentos y permisos de armas. A cambio pedía gratificaciones que oscilaban entre las 1.000 y las 7.000 pesetas.Cuando los agentes de la comisaría de Fuenlabrada lo detuvieron el pasado jueves, Antonio portaba una pistola marca Star, calibre 9 corto, y una Browning con sus cargadores y municione...

Antonio R. L., de 37 años, frecuentaba los locales públicos de Parla haciéndose pasar por sargento del Ejército o teniente coronel, un falso carné de militar y varias armas. Se acodaba en los mostradores y le ofrecía a los clientes de los bares la disposición de sus amistades influyentes para tramitar documentos y permisos de armas. A cambio pedía gratificaciones que oscilaban entre las 1.000 y las 7.000 pesetas.Cuando los agentes de la comisaría de Fuenlabrada lo detuvieron el pasado jueves, Antonio portaba una pistola marca Star, calibre 9 corto, y una Browning con sus cargadores y municiones correspondientes.

Según deducen los agentes de las declaraciones de los 16 denunciantes que timó el falso militar, Antonio llegaba a ofrecer la consecución de prebendas para jóvenes reclutas, a quienes aseguraba un buen destino o algún empleo en determinados centros del Ejército.

La policía cree que existen muchos timados en Parla que no se han atrevido a tramitar la denuncia. Los interesados le entregaban la documentación precisa y fotocopias de sus carnés de identidad, así como el dinero adelantado.

También el vehículo que usaba para sus desplazamientos, un Renault 14, lo había obtenido mediante engaño. Convenció a la propietaria de que se lo iba a reparar en el taller de un amigo.

Antonio R. L. tiene antecedentes por falsificación de documentos, usurpación de funciones y uso de nombre falso. La comisaría de Leganés tenía pendientes tres reclamaciones judiciales con orden de ingreso en prisión.