El Supremo falla que el local antidroga de Vallecas debe estar lejos de colegios

La escasa distancia entre el centro de atención a drogodependientes (CAD) de Vallecas y varios colegios "puede vulnerar el derecho a la integridad física y moral de los niños". Así lo ha sentenciado el Tribunal Supremo. Los magistrados han dado la razón a un grupo de comerciantes y vecinos que en 1989 recurrieron la decisión del Ayuntamiento, entonces del PSOE, de instalar el centro en el número 1 de Puerto Monasterio. Alegaban que su proximidad a las aulas perjudicaba a los escolares. En 1991, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid también falló a su favor.

El Supremo -Sala Terce...

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La escasa distancia entre el centro de atención a drogodependientes (CAD) de Vallecas y varios colegios "puede vulnerar el derecho a la integridad física y moral de los niños". Así lo ha sentenciado el Tribunal Supremo. Los magistrados han dado la razón a un grupo de comerciantes y vecinos que en 1989 recurrieron la decisión del Ayuntamiento, entonces del PSOE, de instalar el centro en el número 1 de Puerto Monasterio. Alegaban que su proximidad a las aulas perjudicaba a los escolares. En 1991, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid también falló a su favor.

El Supremo -Sala Tercera de lo Contencioso-administrativo- ha desestimado así la apelación presentada por el Ayuntamiento del CDS-PP en enero de 1991 ante la primera sentencia desfavorable, del Tribunal Superior. La corporación local contó con el apoyo de UGT, Crefat, Cruz Roja Española, el Proyecto Hombre, El Patriarca, Médicos del Mundo y Cáritas Diocesana, entre otros.Sin embargo, el entonces teniente-alcalde y actual regidor del PP, José María Álvarez del Manzano, manifestó estar "absolutamente de acuerdo con el espíritu de la sentencia". Su partido había apoyado la postura de quienes querían trasladar este centro.

Miembros del CAD de Vallecas aseguran que los ánimos están tranquilos. Confían en que, después de estos cuatro años de funcionamiento, los vecinos no van a porfiar por el cierre del centro.

Julián Huertas, vicepresidente de" la Asociación Cívica de Vallecas, una de las denunciantes, y propietario de un taller mecánico situado frente al centro, explica que "ahora es el Ayuntamiento el que deberá tomar una decisión". "Todavía no sabemos si los responsables municipales se dirigirán a nosotros y tampoco hemos adoptado ninguna postura", añade.

Nueve colegios

Los magistrados han fallado que, "ante la posible influencia que el toxicómano y los que están en su zona de influencia pueden ejercer en el niño, han de prevalecer siempre los derechos de este último".Hacen referencia al artículo 15 de la Constitución, que defiende el derecho a la integridad física y moral de las personas. La sentencia ha tenido en cuenta la presencia de nueve centros escolares, algunos a una distancia de 140 metros.

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La concejal de Servicios Sociales, Ana María García Armendáriz, elude explicar qué decisión va a tomar la corporación municipal. Reconoce que este centro, que atiende a toxicómanos y familiares de Vallecas y de Moratalaz, "funciona muy bien, incluso acuden a él los niños de los colegios a actividades concretas".

"Además, los madrileños han ido comprobando en estos años que la cercanía de uno de estos centros no aumenta la inseguridad, sino todo lo contrario", remacha.

En la primavera de 1989, la apertura de este centro de atención a drogodependientes de Vallecas junto al céntrico bulevar del barrio desató enfrentamientos vecinales entre partidarios y contrarios. En 1988, la misma sala del Supremo falló a favor de los padres de alumnos del colegio Nuestra Señora del Recuerdo, que impugnaron la decisión municipal de instalar un centro para toxicómanos en el distrito de Chamartín, próximo a colegios.

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