El hemiciclo de la nueva Asamblea se verá desde la calle

El hemiciclo de la nueva Asamblea de Madrid se construirá en un edificio singular de cristal transparente, que permitirá observar a los diputados en sus escaños desde la propia calle. El polémico proyecto del Parlamento regional, a levantar en el lugar que ocupa ahora la maternidad del Gregorio Marañón, está terminado y será presentado) esta semana. Los arquitectos han llevado la máxima democrática de luz y taquígrafos hasta sus últimas consecuencias.

La estructura acristalada que soportará el hemiciclo de la futura Asamblea de Madrid será su innovación más celebrada. Así lo creen los r...

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El hemiciclo de la nueva Asamblea de Madrid se construirá en un edificio singular de cristal transparente, que permitirá observar a los diputados en sus escaños desde la propia calle. El polémico proyecto del Parlamento regional, a levantar en el lugar que ocupa ahora la maternidad del Gregorio Marañón, está terminado y será presentado) esta semana. Los arquitectos han llevado la máxima democrática de luz y taquígrafos hasta sus últimas consecuencias.

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La estructura acristalada que soportará el hemiciclo de la futura Asamblea de Madrid será su innovación más celebrada. Así lo creen los redactores del proyecto, que se han fijado como modelo en una propuesta similar ya comprobada en un Parlamento alemán y en las indicaciones del presidente de la Cámara regional, Pedro Diez Olazábal.Gran parte del hemiciclo se verá incluso desde la calle, "como una expresión más de la democracia de cara al público". Los debates, en cualquier caso, podrán ser seguidos también desde el interior, porque se ha reservado una zona para la asistencia de público con capacidad para 250 personas. En la Asamblea actual hay en teoría 30 butacas para cumplir este cometido, pero son ocupadas por los medios de comunicación y algunos invitados.

Pedro Díez se ha tomado este proyecto como una prueba de la consistencia e independencia del poder legislativo de la Comunidad de Madrid con respecto al omnipresente del Ejecutivo. La Asamblea madrileña es la única de las 17 autonomías que no tiene sede propia y vive de prestado en un edificio ruinoso del Ministerio de Educación. Díez y los miembros de la Mesa del Parlamento han seguido al detalle la redacción de los planos y han alimentado el resultado final con sus sugerencias.

Casi 2.000 millones

La Asamblea, además, financiará las obras, cuyos presupuestos se calculan ahora próximos a los 2.000 millones de pesetas. El Parlamento ha consignado partidas de hasta 40 millones para los primeros trabajos técnicos, ya contratados, y dispone de 1.000 millones en los presupuestos de este año para la obra.El futuro Parlamento madrileño se construirá en un parcela de 1.500 metros cuadrados de superficie que se encuentra en la esquina de un terreno de 10.000 metros cuadrados propiedad de la comunidad, en la manzana situada entre las calles del Doctor Esquerdo, O'Donnell, Máiquez y del Doctor Castelo. El inmueble se levantará en tres plantas, hasta la misma altura de la cornisa de la Consejería de Salud, situada en la finca colindante, y dispondrá de 9.000 metros cúbicos de volumen de, construcción.

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En ese espacio, resuelto con una estética racional, habrá cabida para casi todo menos para lujos", adelanta Pedro Díez. Las oficinas previstas para los partidos políticos con representación en la Cámara regional serán en un principio totalmente diáfanas para que cada grupo las adapte a su gusto, las divida en despachos o las estructure en espacios más grandes separados por mamparas. Esta flexibilidad permitirá también que en el futuro se puedan integrar en estas zonas otras formaciones. Los partidos funcionan ahora en unas oficinas en alquiler en un edificio muy separado de la Asamblea.

Los arquitectos han diseñado, además, una biblioteca moderna, pensada fundamentalmente para la utilidad de los abogados y funcionarios de la propia Asamblea, así como salas de usos múltiples y de comisiones, servicios adecuados para los medios de comunicación y numerosos espacios perdidos y vestíbulos "para fomentar el encuentro". Habrá un comedor-cafetería y también vestuarios para los empleados, algo de lo que no disponen en el viejo caserón de la calle de San Bernardo. No se ha proyectado gimnasio ni aljibe-piscina.

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