Un empresario huido arroja sospechas sobre la financición de los "tories" britaincos

El Partido Conservador británico, dvidido e impopular, ha entrado en una nueva crisis. Esta vez se trata de la financiación del partido. El descubrimiento de que el financiero Asil Nadir, recién huido a Chipre, donó casi cien rnillones de pesetas a los tories ha, permitido entrever la trama de regalos y amistades peligrosas que une a los conservadores con la oligarquía industrial del Reino Unido y algunos magnates extranjeros.El escándalo es muy inoportuno para el Gobierno de John Major, empeñado en recortar el gasto público y acabar con miles de subsidios de invalidez presuntamente fraudulent...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Partido Conservador británico, dvidido e impopular, ha entrado en una nueva crisis. Esta vez se trata de la financiación del partido. El descubrimiento de que el financiero Asil Nadir, recién huido a Chipre, donó casi cien rnillones de pesetas a los tories ha, permitido entrever la trama de regalos y amistades peligrosas que une a los conservadores con la oligarquía industrial del Reino Unido y algunos magnates extranjeros.El escándalo es muy inoportuno para el Gobierno de John Major, empeñado en recortar el gasto público y acabar con miles de subsidios de invalidez presuntamente fraudulentos. Asil Nadir estaba en libertad bajo fianza, a la espera de ser juzgado por supuestas irregularidades en la espectacular quiebra del conglomerado Polly Peck, cuando huyó a la zona turca de Chipre, donde la justicia británica no puede reclamar la extradición.

Al conocerse el lunes sus donaciones a los tories durante 1987 y 1988, el presidente del Partido Conservador, sir Norman Fowler, admitió que parte del dinero podría haber sido robado a los accionistas minoritarios de Polly Peck, y que, en ese caso, habría que devolverlo. Una opción incómoda, dado que el Partido Conservador está en serias dificultades económicas y tiene una deuda cercana a los 5.000 millones de pesetas.

Lord Robert McAlpine, tesorero de los conservadores en la época de la polémica donación y retirado ahora en Italia, admitió ayer que "fue un error" aceptar el dinero de Nadir y afirmó que los tories debían acabar con la opacidad que envuelve sus mecanismos de financiación.

Distintas investigaciones periodísticas, especialmente la de The Independent, han puesto de manifiesto que la financiación conservadora bordea la legalidad. Para mantener en secreto la identidad de sus patrocinadores, los tories han convertido en préstamos numerosas donaciones.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En