La cadena de restaurantes La Dorada suspende pagos

La empresa propietaria de los siete restaurantes que componen la cadena La Dorada presentó ayer suspensión de pagos ante el Juzgado número 57 de Madrid. Esta situación, que durará entre un año y 18 meses, se debe en buena medida a la crisis económica, según el propietario de la empresa, Félix Cabeza, y a la no amortización de las inversiones realizadas en los locales de París y Sevilla, alrededor de mil millones de pesetas.

Los 300 empleados que tiene actualmente la cadena en Madrid, Barcelona y Sevilla, no perderán su empleo, según Cabeza, puesto que los ajustes de plantilla están prác...

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La empresa propietaria de los siete restaurantes que componen la cadena La Dorada presentó ayer suspensión de pagos ante el Juzgado número 57 de Madrid. Esta situación, que durará entre un año y 18 meses, se debe en buena medida a la crisis económica, según el propietario de la empresa, Félix Cabeza, y a la no amortización de las inversiones realizadas en los locales de París y Sevilla, alrededor de mil millones de pesetas.

Los 300 empleados que tiene actualmente la cadena en Madrid, Barcelona y Sevilla, no perderán su empleo, según Cabeza, puesto que los ajustes de plantilla están prácticamente hechos. Las deudas acumuladas por la empresa ascienden a unos 3.700 millones. El restaurante que se instaló en la Expo de Sevilla, en el que se dejaron 700 millones de pesetas, es una de las causas de la suspensión de pagos.

"Los responsables de la Expo me habían dicho que el mío iba a ser el único restaurante de lujo en el recinto", dice Cabeza, "y que iba a disponer de un crédito para hacer frente a la inversión". El dinero no llegó y la empresa se fue endeudando cada vez más. Por si fuera poco, La Dorada de la Expo —con un precio medio de 5.000 pesetas— está junto al calcinado pabellón de los Descubrimientos, una zona que quedó un tanto al margen de la actividad de la muestra universal.

A eso se suma el hecho de que el restaurante de París contrajo deudas de arrendamiento que dieron lugar al desahucio y al despido de 90 trabajadores. "La crisis nos cogió en pleno periodo de expansión", concluye Cabeza, que tiene 48 años y lleva en la hostelería 23. En lo que va de año, 50 restaurantes de Madrid han tenido que dejar de alimentar a sus clientes. El 80% del resto han reducido sus plantillas en una quinta parte como media.

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