Relevo en la cúpula de los servicios secretos italianos por su ineficacia

El Gobierno italiano introdujo ayer numerosos cambios en los mandos supremos de los servicios secretos, como consecuencia de una decisión que se esperaba a desde el pasado lunes, cuando, todavía bajo la impresión de la potentísima bomba que mató a cinco personas en Florencia, el presidente del Gobierno, Carlo Azeglio Ciampi, recibió a los jefes del Sismi (servicio militar) y el Sisde (civil) para exigirles más eficacia.Los relevos anunciados ayer afectan al número dos del Sismi, general Sergio Luccarini, que ha sido sustituido por el general Giovanbattista Volpi, y a su homólogo en el S...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno italiano introdujo ayer numerosos cambios en los mandos supremos de los servicios secretos, como consecuencia de una decisión que se esperaba a desde el pasado lunes, cuando, todavía bajo la impresión de la potentísima bomba que mató a cinco personas en Florencia, el presidente del Gobierno, Carlo Azeglio Ciampi, recibió a los jefes del Sismi (servicio militar) y el Sisde (civil) para exigirles más eficacia.Los relevos anunciados ayer afectan al número dos del Sismi, general Sergio Luccarini, que ha sido sustituido por el general Giovanbattista Volpi, y a su homólogo en el Sisde, donde el ministro del Interior, Nicola Mancino, ha colocado como subjefe a un funcionario de su confianza.

El servicio civil ha sido el más afectado por esta remodelación, ya que, junto al subjefe, han sido destituidos tres de los cuatro responsables de área que existen. Entre estos, destaca Giorgio Criscuolo, conocido porque fue uno de los que negoció, bajo el nombre supuesto de abogado Canfora, con el jefe de la Nueva Camorra Organizada, Raffaele Cutolo, la liberación del ex presidente de la región campana, Ciro Cirillo. Por aquellas negociaciones son ahora objeto de investigación por asociación mafiosa políticos como el jefe del centro democristiano, Antonio Gava, o Paolo Cirino Pomicino, el jefe de la corriente de Giulio Andreotti en Nápoles.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En