EE UU extiende por un año a China la cláusula de nación más favorecida

El presidente de EE UU, Bill Clinton, indicó ayer que ha decidido extender por un año la cláusula de nación más favorecida a China, pero subrayó que exigirá al Gobierno de Li Peng mayor respeto a los derechos humanos. Pekín justificó ayer la actuación de su policía contra los manifestantes tibetanos que el lunes y el martes pasado exigieron la libertad de los presos políticos de esa minoría que habita una de las regiones más altas de la Tierra.

Durante una sesión televisada de preguntas y respuestas con el pueblo norteamericano, Clinton señaló que era favorable a la extensión de ...

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El presidente de EE UU, Bill Clinton, indicó ayer que ha decidido extender por un año la cláusula de nación más favorecida a China, pero subrayó que exigirá al Gobierno de Li Peng mayor respeto a los derechos humanos. Pekín justificó ayer la actuación de su policía contra los manifestantes tibetanos que el lunes y el martes pasado exigieron la libertad de los presos políticos de esa minoría que habita una de las regiones más altas de la Tierra.

Durante una sesión televisada de preguntas y respuestas con el pueblo norteamericano, Clinton señaló que era favorable a la extensión de cláusula comercial que garantiza la entrada en EE UU de las exportaciones chinas sin que tengan que soportar derechos aduaneros prohibitivos. La decisión ha de anunciarse oficialmente antes del 3 de junio.A esta prórroga se oponen numerosos legisladores, republicanos y demócratas, y organizaciones de derechos humanos que acusan al Gobierno del Partido Comunista Chino de permanentes violaciones de los mismos.

Pekín se opone a que haya la más mínima relación entre su comercio y lo que considera "asuntos internos del país", pero el miércoles puso en libertad a Xu Wenli, uno de sus más conocidos disidentes, a quien condonó tres años de la cárcel, después de haber cumplido ya 12. En medios diplomáticos la liberación de Xu es considerada un claro gesto a Estados Unidos porque si ese país le retirara la cláusula de nación más favorecida sufriría un duro revés su política de desarrollo que mantiene desde hace una década un crecimiento sostenido medio superior al 10%.

A pesar de ello, el Ministerio de Exteriores reaccionó ayer con dureza a las críticas de Washington y Londres sobre la represión de los manifestaciones tibetanas, las más violentas desde 1989: "Lo sucedido en Lhasa es un asunto interno de China y estaba absolutamente justificado detener las acciones ilegales y restablecer la ley y el orden".

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